El planeta sostenible de Adilén Díaz

Hace casi 20 años Adilén Díaz Almeda, diseñadora de la marca sostenible Planeta Moda Cuba, es costurera empírica. Algunos al verla piensan que es modelo debido a su estatura. En su actual máquina de coser, dio sus primeras puntadas con la ayuda de su abuela.

Junto a su pareja, modelo profesional y compañero de equipo, Yuri Lemes Cruz, creó en 2019 una academia de modelaje y fotografía, y marca de moda sostenible: Planeta Moda Cuba (PMC). La pasión por el trabajo, perseverancia, disciplina y las ansias de superarse a sí misma, son cualidades que distinguen a esta modista.

PMC también ofrece talleres de verano sobre modelaje de fotografía publicitaria y técnicas de pasarela.

“No solamente hago ropa y la vendo sino que atiendo a clientas constantemente. Me gusta darles un trato especializado, doy sugerencias sobre lo que más les favorece según su cuerpo, talla, color de piel, su estilo y las tendencias. Lo importante es vestir a la moda con lo que beneficia a tu cuerpo. Esa es la marca del atelier Planeta Moda Cuba.

“Cuando realicé mi segunda colección fui invitada a la Fábrica de Arte Cubana, en ese entonces lo que se conocía como moda sostenible era una colección completamente a base de nailon. Por motivos económicos, en la tercera decidí sustituir la tela por nailon. Fue inusual, porque se presentó en varios lugares y todavía hoy conservo dos diseños, eso fue en 2019”.

Después hizo Para llevarte, también enfocada en la sostenibilidad pero aún sin dominar el concepto. Al llegar la pandemia no había materia prima. Así que decidió reinventarse y no tirar la toalla, a través de la transformación de prendas. Entonces percibió que había hecho moda sostenible desde mucho tiempo atrás.

“A causa de la covid-19 estas creaciones toman más fuerza, nacional e internacionalmente, porque lo que se persigue el cuidado medioambiental. Como la industria textil es una de las más contaminantes, determiné que debía seguir defendiendo esta línea, desde la modificación de prendas, reciclaje y venta de garaje de ropa de segunda mano.

“Clandestina, primera marca de moda sostenible en Cuba, se convirtió en mi referente desde los inicios”.

Calor, Color y Verano fue su primera colección estival, aunque anteriormente había realizado transformaciones de prendas veraniegas. Al observar el mercado, los precios tan exagerados y el interés de los clientes, resolvió asumir el reto.

“Los trajes de baño requieren que el tejido no se transparente y una de las telas ideales para esto es la licra. Aun así, me incliné un poco por el lado vanguardista e incorporé tul y mezclilla suave en algunos diseños. Mis objetivos eran que el tejido me alcanzara, pareciera nuevo y crear outfits dobles, cómodos y en tendencia. En un inicio eran 12 piezas pero logré 13 (tres de ellos trusas masculinas, primera vez que hago este tipo de prenda).

“Los accesorios, que agregan complejidad a los diseños, son parte de una colaboración con otra marca sostenible, A que te tejo. Estas contribuciones las encuentro muy necesarias, ya que brindan mayor visibilidad. Las futuras colaboraciones quisiera hacerlas con más marcas de este tipo y así logar un outfit totalmente sostenible”.

La modista ansía en un futuro teñir la tela con productos orgánicos y que los selladores también sean naturales.

“Hace unos meses me contactaron unos productores habaneros, trabajaban en un documental/película sobre emprendimientos sostenibles de todo el país. Un tiempo después me comunicaron que PMC sería el protagonista del audiovisual, su estreno tarda en salir alrededor de un año. Espero poder proyectarlo en el Salón Principal de la Oficina del Conservador, con todos los involucrados en la filmación y personas interesadas en observarlo.

“La moda no es solo vestirse bien, sino hacerlo acorde a la figura y el estilo de cada cual”.

“Aconsejaría a los interesados en crear un emprendimiento sostenible que reutilicen todo lo que puedan, para eliminar el desperdicio y defender la sostenibilidad desde diferentes aristas.

“En el caso de la ropa, los tejidos trabajados por las marcas fast fashion son de poca durabilidad, las personas se ven obligadas a comprar más de estos productos en un corto período de tiempo. En cambio, con las telas más antiguas sucede lo contrario, es increíble ver cómo las transformas y parecen nuevas.

«Pienso que se debe educar a la población con respecto a la sostenibilidad, gracias a ella cuidamos el medio ambiente y constituye una opción muy económica”.

(Por María Gabriela Friol Alonso, estudiante de Periodismo/Fotos: Cortesía de la entrevistada)

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