La selección absoluta de fútbol de Cuba enfrentó a Uruguay en su última parada amistosa antes del inicio de la Copa de Oro que se desarrollará en territorio norteamericano desde el 26 de junio.
Dos goles por cero marcó la derrota de los nuestros, pero a pesar del resultado adverso las esperanzas se reavivaron con la salida a la cancha de un once completamente diferente en esta oportunidad.
Con un esquema más ofensivo esta vez, un 4-3-2-1 con Aldair Ruiz al frente, respaldado por Aricheell Hernández y Luis Javier Paradela, se vio un equipo con mejores ideas a la hora de atacar la portería. El matancero demostró por qué es una de las figuras principales del conjunto caribeño, creando oportunidades y asociándose mejor que en el encuentro con Chile.
Impresionante el trabajo desplegado en los tres palos por Raiko Arozarena, parando muchas pelotas con picante extra y saliendo a detener ímpetus en la zona de peligro. Si algo dejó claro está presentación es que a Arozarena le corresponde ser el portero titular, ya que demostró buen desplazamiento, ubicación y reflejos extraordinarios.
Gran parte de la responsabilidad en el marcador no tan amplio la cargó el arquero con su actuación, marcando de esta forma la diferencia en muchas jugadas.
Marcelo Bielsa, el entrenador de la selección de Uruguay, se mostró inconforme con el resultado: «La valoración del partido es diferente a la que hubiéramos querido conseguir: marcar más diferencia, anotar más goles y que no nos generen situaciones.
“Dimos minutos de posesión que Cuba no debería haber tenido, sufrimos en el segundo tiempo opciones de peligro en nuestro arco que no se correspondía con la diferencia de capacidad que hay entre los dos equipos».
Estas valoraciones resultan positivas para los Leones del Caribe, que sin tener todas las herramientas supieron sobreponerse. Se vio un equipo más cohesionado y plantándose frente a un rival superior en todos los sentidos, por lo que se avivan las esperanzas de hacer un buen papel en el certamen que se avecina.
Lógicamente sería este esquema de fútbol con el que debe salir Cuba, y el once ideal por supuesto que podría sufrir algún que otro cambio, pensando por ejemplo en la recuperación de Onel Hernández, una de las cartas más competitivas de la actual convocatoria.
Expectativas entre los aficionados, debates, valoraciones, estrategias de juego planteadas y analizadas por la dirección se suceden, mientras no se tienen noticias del visado para los jugadores cubanos.
No sería la primera vez que futbolistas o atletas de otras disciplinas quedan fuera de competencia por esta razón cuando deben viajar hacia Estados Unidos. Ante la incertidumbre reviven los sinsabores del 2021 cuando fue negada la presencia de los jugadores de la Isla a dicha Copa.
Esperemos se concrete el proceso y pueda Cuba lucir sus mejores galas en el mayor evento de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol: Concacaf.
