Para Maritza quedarse sin votar no es una opción

Maritza es de las personas que solicitaron ejercer su derecho al voto en su domicilio debido a limitaciones físicas.

Varias cuadras separan la casa de Maritza Alfonso Forte del círculo infantil Esperanza de América, sitio donde se encuentra enclavado el colegio electoral número 4 de la zona 21 de la Playa. Ya pasan las 2 de la tarde y ella espera con impaciencia.


“Pensé que ya no venían”, le dice ansiosa al joven que lleva un sobre blanco en la mano y se hace acompañar por pioneros de la escuela primaria Mariana Grajales. Los niños sonríen mientras se resguardan del sol que a esta hora castiga fuerte a quienes transitan por la despoblada calle.


Para ella que fue, hace algunos años, miembro de una mesa electoral en su natal Colón quedarse sin votar no es una opción. A pesar de no poder caminar largas distancias debido a su operación de caderas y las incomodidades generadas por esta dolencia, solicitó desde bien temprano que le acercaran la boleta hasta su casa.


Ella forma parte de las 8 personas pertenecientes a este colegio que solicitaron ejercer su derecho al voto en su domicilio debido a limitaciones físicas que les imposibilita el traslado.


Con orgullo rememora su participación en los diferentes procesos electorales y habla de lo que representa en un país como Cuba ejercer el derecho constitucional de acudir a las urnas y elegir de forma democrática a dos de los 32 diputados que representarán a la provincia de Matanzas ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, único órgano con facultad constituyente y legislativa.

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El joven miembro de la mesa le orienta los pasos para ejercer el sufragio y nos indica darle privacidad a la electora. Mas ella no le da mucha importancia al protocolo. Cuando marca la cruz, hace pública su decisión. “Voto por todo, por la Revolución, por Cuba, por Fidel, por todo lo bueno que nos ha dado esta Patria socialista por la que luchamos contra viento y marea».


Un enérgico “votó” sella el acto formal y la boleta es resguardada en el propio sobre blanco. De regreso el documento es depositado en la urna custodiada por pioneros de impoluto uniforme.

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Sobre el autor: Jessica Acevedo Alfonso

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