Ciencia para alcanzar la cima

El ajetreo en la Escuela de Iniciación Deportiva (Eide) Luis Augusto Turcios Lima era inusual aquella tarde. Entre los estudiantes y profesores habituales, resaltaban figuras relevantes del deporte y la ciencia que modificaron las rutinas vespertinas. 

El motivo fue el Primer Taller Científico-Metodológico sobre la Evaluación de la Reserva Deportiva, liderado por el Centro de Investigaciones del Deporte Cubano (CIDC), que da continuidad al trabajo sostenido durante un año en colaboración con la Universidad de Matanzas, donde se implican 24 atletas de perspectiva inmediata. 

Edmundo Claudio Pérez, profesor de la Facultad de Cultura Física yumurina,  detalló que, “posterior a esa evaluación en la institución capitalina, la provincia de Pinar del Río se sumó con 32 atletas. A partir de esas dos valoraciones surge la idea del taller, para socializar cada una de esas mediciones y, como segundo objetivo, capacitar a investigadores, académicos y entrenadores de ambas provincias, para la aplicación de algunas pruebas sin trasladarse hacia el Centro Nacional. 

“Durante este proceso contamos con la presencia de prestigiosos especialistas del CIDC, profesores de la Facultad de Cultura Física y entrenadores, así como la dirección de Alto Rendimiento de ambos territorios. Esta imbricación nos brindará la posibilidad de incidir en los futuros campeones olímpicos de 2028 y 2032, niños que hoy están en estas instituciones”.

Nombres como los de Yumilka Ruiz y Gilberto Herrera, importantes figuras del voleibol cubano, prestigiaron este encuentro realizado durante tres días en La Atenas de Cuba, con un aparte teórico con investigadores del sector.

SOBRE EL TERRENO

Los intercambios teóricos formaron parte del taller. Fotos: Cortesía de los entrevistados

Extender las estrategias de este proyecto fue siempre la guía desde sus inicios teóricos para emprender un camino largo pero efectivo. Llegaron a materializarse por estos días en la aplicación, sobre el terreno, de los análisis correspondientes en varias disciplinas.

La doctora Anabel Lastre Madrigal, perteneciente al terreno de entrenamiento y resultado del CDIC, participó en las mediciones de los patrones de lateralidad de los atletas de combate: judo, taekwondo, boxeo y esgrima. “Esta es una capacidad perceptivo-motriz que muestra el lado hábil de cada atleta. La idea es evaluarlos a edades tempranas y entrenarlos en función de adquirir la forma deportiva, según sus características innatas. 

“Se creía que si dominabas la mano derecha pues eras derecho. Según estudios, se descubrió que cada segmento corporal tiene su propia lateralidad, dígase ojo, oído, mano, hombro, cadera, pierna dinámica, pierna de apoyo y pie director. Por esa razón no se puede contemplar el deporte por la lateralidad de la mano; al final el gesto deportivo lleva distintos hemisferios, donde los atletas tienen un lado hábil conectado directamente con la percepción, análisis y respuesta motora para el propio ejercicio competitivo”.

Una de las etapas fundamentales luego de las mediciones es la presentación de la información recabada a los entrenadores como herramienta para la guía de preparación según sus características individuales, las cuales se pueden establecer, incluso, por deporte. 

“Existen disciplinas en que se les mide por un patrón ideal con un alto grado de coincidencia en la obtención de resultados. Por ejemplo, en esgrima los más exitosos son los zurdos, pero los zurdos cruzados poseen mayor eficiencia porque tienen el ojo y la mano en el mismo hemisferio cerebral, por ello alcanzan más rapidez de reacción. La medición de patrones de lateralidad es un proyecto relativamente nuevo, idea de la doctora Beatriz Sánchez Córdova, con la participación de la doctora Yilian de la Caridad García”.  

Los estudios biomecánicos forman parte esencial del análisis y para ello la Eide matancera contó con la experticia de Yujimar Hernández, especialista principal del área de biomecánica del CDIC. “En el tenis de mesa estamos haciendo una filmación del gesto deportivo. Con esta estrategia se captan errores de ejecución de la técnica, corregibles en los entrenamientos para evitar lesiones.

“A simple vista estas dificultades no se pueden detectar, por lo que utilizamos cámaras que filman a más de 120 cuadros por segundo, un software; vemos la ejecución de la técnica en cámara lenta y redactamos un informe que es discutido con el entrenador. En ese momento señalamos las dificultades y los comparamos con otros atletas que estén a su nivel. Es importante hacerlo a edades tempranas, pues es mucho más fácil enmendar el error”.

OPORTUNIDAD DE CRECER

Para el deporte matancero, pertenecer a este proyecto y emplear la ciencia en pos del desarrollo deportivo es más que una mera oportunidad. “Somos privilegiados con la realización de este taller, buscamos extenderlo y generalizarlo a la superación de nuestros técnicos y llevar a vía de hecho estas pruebas que determinarán el desarrollo deportivo del territorio”, refirió Gerardo Crespo Delgado, subdirector provincial de actividad deportiva en Matanzas.

En los análisis, la innovación es de los aspectos más destacables, pues algunos implementos son difíciles de obtener. Acerca del tema, el Dr. C. Héctor Noa Cuadro, metodólogo de la Dirección Nacional de Alto Rendimiento, argumentó: “En cuanto a lo material están las dificultades más apremiantes dadas las carencias existentes en el país. Hace muchos años no se pueden importar algunos recursos necesarios y este taller servirá para insertar a todos en la búsqueda de variantes. Debemos ser muy creativos y originales para poner en práctica estrategias que suplan las necesidades”. 

Por su parte el doctor Jorge Pavel Pino Rivero, director del CIDC, uno de los gestores de la iniciativa: “También abogamos por sustituir importaciones en nuestro sector. Para ello tenemos alianzas con otras instituciones como el Parque Científico Tecnológico, la Universidad de Matanzas, el Centro de Investigaciones de las Fuerzas Armadas, la Cujae, la Uci y otros. 

“En estos momentos estamos inmersos en un proyecto con el Parque Científico Tecnológico de Matanzas para crear un software específicamente para el boxeo. Hay elementos que debemos producir en Cuba, por ejemplo, un kit de antropometría relativamente fácil de fabricar aquí, un medidor de ácido láctico, una plataforma de salto para calcular la potencia en miembros inferiores”.

La duda de hace un año quedó despejada esta semana. Comprobamos que el ambicioso proyecto no estaba engavetado y veremos los frutos en las citas multideportivas, donde los niños de hoy seguramente subirán al podio, mientras se incorporen las modificaciones en la enseñanza y se extienda a toda la reserva deportiva del país. Por lo pronto, vendrán más talleres similares y se incorporarán otras disciplinas y destacados especialistas en varias áreas del conocimiento.

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Sobre el autor: Norys Castañeda Valera

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