Repasemos los acontecimientos más importantes del 2022. Continuó la guerra en Ucrania, ese conflicto armado en plena Europa que cada vez pierde más el foco mediático.
Los rusos mordieron el anzuelo de Estados Unidos, los fascistas ucranios se creyeron el cuento de la Otan y por el momento a mi hermano, que vive en Alemania, le preocupa más la subida del precio del gas que quién avanza o retrocede en el campo de batalla.
La reina Isabel II falleció a sus 96 años y en mi celular sonó God Save the Queen, de Sex Pistols. Bolsonaro perdió las elecciones en Brasil, y Boris Johnson se despidió del parlamento inglés con un “Hasta la vista baby”, a lo Terminator.
Los medios nos mostraron cómo en Irán y Afganistán se golpean y asesinan a las mujeres, para luego darle cobertura total al Mundial de Fútbol en Catar, donde también se golpean y asesinan a las mujeres. Messi se coronó campeón sobre los 6 500 obreros que fallecieron construyendo los estadios en tiempo récord. El faraón Keops seguro estaría orgulloso.
Casi disparan a Cristina Fernández de Kirchner, pero ni la pistola ni los jueces que la quieren procesar pudieron terminar su trabajo. En las calles de Perú está en juego la democracia, y en Italia eligieron de presidenta a una discípula de Benito Mussolini.
Israel pisoteó a Palestina, miles de marroquíes fueron reprimidos por intentar emigrar a España, y Ucrania ganó Eurovisión. La Corte Suprema de Estados Unidos devolvió la potestad a cada estado de prohibir el aborto en su territorio, 14 de ellos lo hicieron, lo que implicó un retroceso de 49 años en materia de derechos de la mujer.
En China es reelecto Xi Jinping, y el pueblo chino salió a las calles para exigir que se flexibilicen las estrictas medidas contra la covid-19 en el gigante asiático. En África el Gobierno de Etiopía firmó un acuerdo de “cese de las hostilidades” con los rebeldes del Tigré, tras dos años de conflicto.
En noviembre se firmó el acuerdo global sobre el clima, donde se estableció un sistema de financiación que ayudaría a los países en desarrollo a adaptarse y recuperarse de los eventos provocados por el cambio climático. Se legalizó el tratado mundial sobre el flujo de plástico, lo que obliga a todos los países firmantes a responsabilizarse de su contaminación.
Por primera vez en 50 años creció el número de animales mamíferos en el mundo, la Unión Europea acordó prohibir las importaciones de productos que contribuyen a la deforestación y la ciencia da pasos alentadores en la lucha contra el cáncer.
Zambia y Mauricio prohibieron todos los castigos corporales hacia los infantes, mientras que las Comoras lo erradicó de las escuelas. En nuestro país fuimos mucho más allá al aprobar el Nuevo Código de las Familias, que sanciona la violencia en el hogar y reconoce el cuidado alternativo para los menores. Ahora, 65 países penalizan toda agresión física a niños y niñas, pero hace cuatro décadas solo había uno.
Es cierto que el balance pareciera beneficiar lo negativo en un año marcado por la inflación y las carencias, pero algo del potencial humano se dejó ver. Entonces, nos queda aspirar a que el ciclo solar del 2023 sea mejor.