Desde pequeña, a Elvira Martínez García le gustan los deportes de combate y, en particular, el boxeo. Por ello, en agosto último comenzó a practicarlo, paralelo a su profesión de entrenadora de taekwondo en la Escuela de Iniciación Deportiva (Eide) Luis Augusto Turcios Lima, de la ciudad de Matanzas.
La reciente noticia de que las mujeres cubanas se incorporan al deporte de los puños y, por ende, al calendario competitivo, no la tomó por sorpresa. “Esperaba que de un momento a otro su inclusión se hiciera realidad”. Por eso calzó guantes y demás indumentarias y comenzó a tirar jab, ganchos y otros golpes asociados a las 12 cuerdas.
“En lo adelante no podrá hablarse en Cuba del deporte viril, porque nosotras, capaces de cualquier desempeño, por difícil que sea, somos incluidas debido a que no tenemos temor de subir al cuadrilátero e intercambiar golpes. Claro, con las reglas especiales establecidas para protegernos, según la Federación Internacional”, manifestó la licenciada en Cultura Física y Deporte, de 31 años de edad, 1,80 metros de estatura y 83 kilos de peso.
Natural del barrio yumurino de Pueblo Nuevo, narró que se inclinó por el boxeo cuando su primo Felipe, también practicante, le hablaba de competir y de que algún día las mujeres lo lograrían. “No pasó mucho tiempo y me empezó a gustar. Incluso, me quedaba junto a él, observaba sus movimientos y la vocación me llegó hondo.
“Supe de otras mujeres que lo hacían en nuestra Patria y de varios intentos que no fructificaron como hasta ahora, cuando se oficializa su práctica con aspiraciones de ganar en Juegos Centroamericanos, Panamericanos y hasta Olimpiadas.
“Acá, en la Eide, algunos compañeros se asombran de que salte al boxeo. Ambos son deportes de combate, con similitudes en elementos técnicos. De hecho, la convocatoria exhorta de forma directa a las de taekwondo, por sus características: fortaleza física, lanzamiento de golpes, elasticidad y otras destrezas propias, que nos ayudarán a adquirir las formas apropiadas para encarar el ring”.
Y aunque ella no lo menciona, tanto en una disciplina como en la otra se requiere de valentía. A Elvira no le falta esa cualidad, como tampoco a la otra matancera aspirante a ocupar titulares: Yailena Palomo Nocedo, aunque en una división más pequeña, debido a estatura y peso, “pero no en valor, la conozco bien”, asegura Elvira.
Escalar el cuadrilátero no tendrá idéntica mirada que en otro deporte, pues lo nuevo, por lo general, siembra incertidumbre. La joven entrenadora afirma que siempre ha contado con el apoyo de su familia, en especial de su madre.
“Sus palabras siempre son un aliciente. Con su ternura y amor me ayuda a emprender retos como el que ahora me impongo, al calzar los guantes ante un rival, y no me fallará. En ella confío y tengo la esperanza de lograr cuanto me proponga, por mi bien y del deporte, al que quiero situar bien alto en cualquier patio”.
Agregó que como profesora de taekwondo obtuvo buenos resultados desde que inició; promovió a dos atletas para el equipo nacional, y uno de ellos estuvo en el reciente Campeonato Mundial en México.
“Es Dalila Oneida Villamil Sardiñas, de extraordinarias cualidades: disciplinada y en constante ascenso. Junto a ella partió hacia la capital el joven Kelvin Calderón Martínez, considerado entre los mejores del país por su potencialidad. Hay otra atleta que fue captada y en breve hará el viaje; su nombre es Yohaine Hernández Junco, quien no nos hará quedar mal”.
Elvira, en lo competitivo, estuvo en el equipo nacional de taekwondo durante 10 años. Representó a Cuba en los Juegos del Alba, en la República de Venezuela, y conquistó medalla de oro entre lo mejor de Latinoamérica, en particular colombianos, mexicanos y guatemaltecos. También prestó ayuda técnica en esta hermana nación sudamericana.
Los días 16 y 17 de este mes se celebrará un evento de boxeo con unas 42 competidoras para elegir 12. De ellas, seis irán a los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, que tendrán lugar del 23 de junio al 8 de julio de 2023, en San Salvador, El Salvador.
“Queremos estar entre las finalistas, para lo que me preparo. Haré sentir mi pegada y destreza como lo hice de taekwondoca, y así representaré a mi querida tierra matancera”, finalizó la seguidora del campeón olímpico matancero Andrés Aldama.
