Postales Matanceras: El ferrocarril de la Bahía

En 1857 fue solicitada al Gobierno Superior, una concesión para la construcción de una línea ferroviaria que enlazara la zona de mayor producción azucarera, Matanzas, con el puerto de mayor relevancia y los almacenes de Regla, en La Habana. De esta forma mejoraba también la comunicación entre ambas ciudades, en un trayecto paralelo a la costa norte entre Regla y Matanzas, con 165 kilómetros de extensión. 

La primera etapa de su construcción, entre Regla y Minas, culminó en 1858, inaugurándose oficialmente el servicio en abril del siguiente año, cuando las paralelas llegaron a Campo Florido. En 1860 alcanzan Jaruco y Aguacate, y un año después se extienden a Matanzas, a través de un empalme con la vía de Caminos de Hierro, de La Habana.

En 1870, el ferrocarril de la Bahía utilizaba la misma estación de Villanueva, enclavada en San Luis, y cinco años después se autorizó la construcción de su propio paradero. En 1884 se inauguraba la terminal en la Calzada de Esteban, contigua al cuartel de Caballería. Esta era una sólida construcción considerada por entonces la mejor de la Isla. Finalmente, el 1 de julio de 1889, Bahía tuvo que fusionarse con Caminos de Hierro, su antiguo rival económico. 

En 1881 fue aprobado por la empresa un simpático pero injusto reglamento. El articulo 13 prohibía trasladar animales en coches de primera clase, excepto una gallina por cada jaba. El articulo 14 permitía llevar hasta seis gallinas como máximo, y perros con bozal en coches de segunda y tercera. El artículo 16, como parte del sistema social esclavista imperante en ese tiempo, impedía viajar en coches de primera clase a las personas “de color”.

(Por: Adrián Álvarez Chávez)

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