Los trabajadores de las industrias azucareras que en Matanzas participarán en la zafra 2022-2023, Jesús Sablón Moreno (Rabí), Mario Muñoz Monroy y René Fraga Moreno, se hallan inmersos en labores relacionadas con las nuevas inversiones y las reparaciones habituales cercanas a la contienda de la caña.
Al informar lo anterior Orlando Vandrell Coello, Coordinador del Grupo Empresarial Azcuba en esta provincia, agregó que hasta el día 6 de este mes el coloso Mario Muñoz, de Los Arabos, es el más avanzado con el 63 por ciento de sus trabajos ejecutados, que incluyen la inversión para perfeccionar la tecnología en la planta de generación de vapor, y mejoras de la instrumentación que permita tener todo visualizado, y esto a su vez facilite la adecuada supervisión de esta área.
En el Jesús Sablón (Rabí), de Calimete, las reparaciones marchaban por el 59 por ciento, y la inversión fundamental se realiza en el área de los derivados y de la destilería, así como todo el esquema que tiene que ver con la conversión de meladura en aguardiente.
Explicó Vandrell Coello que habrá una primera etapa en la próxima contienda azucarera cuyo objetivo es dedicarla a la producción de meladura para fabricar aguardiente de caña en la destilería del “Rabí”, que estuvo paralizada por dos años. Y en el segundo periodo elaborar alcoholes A, B y C de primerísima calidad destinados a la biotecnología, productos farmacéuticos, cosméticos y rones.
Esta parte de la producción de meladura incluye al ingenio René Fraga Moreno, de Colón, en el que también se respira un ambiente de incesante trabajo en aras de cumplir a tiempo y en forma con el desmontaje y montaje de los “hierros” en el basculador, molinos, etc.
En cuanto a la elaboración de azúcar el “Rabí” será el primero en hacerlo desde el 15 de diciembre, y este alimento estará destinado a la canasta básica de la población y la otra parte a la exportación. Cantidades que demandarán de ese aguerrido colectivo una esfuerzo mayúsculo en medio de las actuales circunstancias financieras y materiales por las que atraviesa el país, aunque contarán con el apoyo de las autoridades, Movimiento Obrero y de las organizaciones locales.
Dos días después dará el pitazo de arrancada el más joven de los centrales azucareros cubanos, el Mario Muñoz, con idéntica finalidad al anterior, por lo que se afanan para que pérdidas de tiempo, paradas no reglamentadas y otras causas imprevistas no detengan la molida en cada turno de labor, además de producir azúcar con la calidad necesaria.
Otro elemento importante a tener en cuenta es la contribución que estos ingenios azucareros harán al Sistema Electroenergético Nacional mediante la generación de electricidad a partir de la biomasa (bagazo de caña).
Paralelo con las anteriores tareas preparativas marchan las de la maquinaria agrícola y el parque automotor, afectados por rodantes y baterías, y el transporte ferroviario, del que se alistan 140 carros-jaulas para el traslado de caña y ocho locomotoras.
En cuanto a la siembra el titular de Azcuba en Matanzas informó que hasta la fecha en tierras de las empresas afines se sembraron 3 269 hectáreas de la gramínea, pues el objetivo es asegurar la materia prima de la zafra 2023-2024, para lo que se utilizan las mejores semillas.
En este aspecto los del central Jesús Sablón marchan a la vanguardia, todo lo contrario a quienes rinden igual faena en entidades del Mario Muñoz, requeridos de un “empuje” adicional para erradicar el atraso y concluir el año con el cumplimiento del plan de siembra previsto.