Día mundial del cáncer de tiroides: una glándula vital

Cada 24 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Tiroides, con el propósito de dar a conocer un poco más sobre uno de los padecimientos más recurrentes en las mujeres.

Un buen día comenzó a sentirse mal. Creyó que era pasajero, pero por más que intentó restarle importancia, el cansancio se agudizaba cada día más. Sudaba de manera descomunal en las noches, sentía sed, palpitaciones, náuseas, y dolores de cabeza.

Aunque las primeras pruebas resultaron negativas, los síntomas la hacían regresar a consulta una y otra vez. Una biopsia finalmente detectó que tenía cáncer de tiroides, una anomalía más común en las mujeres, que se manifiesta por alteraciones en la glándula tiroides, donde aparecen nódulos o pequeños tumores, que, en la mayoría de los casos, resultan benignos.

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No obstante, algunas personas llegan a tener abultamientos cancerígenos debido a la poca presencia en su interior de un líquido llamado coloide. Ello provoca el endurecimiento de los nódulos, que se trasforman en adenomas y de no ser tratados a tiempo, pueden extenderse a otros tejidos y órganos del cuerpo.

LA TIROIDES

Cada 24 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Tiroides, con el propósito de dar a conocer un poco más sobre uno de los padecimientos más recurrentes en las mujeres y que requiere un diagnóstico oportuno para así evitar mayores complicaciones e, incluso, la pérdida de vidas humanas.  

En Cuba, como en el resto del mundo, las enfermedades de dicha glándula son relativamente frecuentes; los nódulos del tiroides figuran entre las cinco primeras causas de atención en consultas de Endocrinología y más de un 60 por ciento de las personas de la tercera edad los padece.

Ello aclara por qué el doctor Eduardo Gómez, especialista en Endocrinología, en la ciudad de Matanzas, al mostrar la lista de las personas atendidas durante su consulta explica que “la mayoría viene por problemas de tiroides”, lo que atribuye en cierta medida a la existencia de exámenes que antes no había para detectar esta dolencia.

La glándula tiroides, ubicada en la parte anterior del cuello, tiene como función la producción de las hormonas T3 y T4, sustancias químicas que circulan a través del torrente sanguíneo y que contribuyen al correcto desempeño del organismo.

En una publicación del sitio digital del  Ministerio de Salud Pública, la doctora Silvia Elena Turcios Tristá, investigadora del Instituto de Endocrinología y presidenta de la Sociedad Cubana de Endocrinología y Diabetes, dijo que los trastornos de funcionamiento más comunes, aunque con baja prevalencia en la población, son el hipertiroidismo, por un exceso de hormonas tiroideas, y el hipotiroidismo, ocasionado por la producción de una menor cantidad de hormonas.

El cáncer, dijo, es en la Isla uno de los padecimientos infrecuentes, solo se registra en uno de cada cien pacientes con una enfermedad nodular y mantiene una baja mortalidad y buen pronóstico de sobrevida.

Asimismo expresó que taquicardias, pérdida de peso, piel caliente y sudorosa, temblores, insomnio, enfermedad ocular, diarrea e intolerancia al calor resultan sintomatologías del hipertiroidismo; en tanto, el pulso lento, aumento de peso, piel seca, estreñimiento e intolerancia al frío, entre otros, revelan la presencia del hipotiroidismo.

La especialista enfatizó en que ya sean benignos o malignos, los nódulos requieren seguimiento y es en dependencia de los criterios de crecimiento progresivo, síntomas de compresión, sospecha de ser maligno o por estética, que se llega a cirugía, considerada la última opción por las complicaciones asociadas a esta terapéutica.

EN CUBA

Desde 1986 existe en Cuba un Programa Nacional de Detección Precoz del Hipotiroidismo Congénito, a través del cual se han identificado, desde la introducción del pesquisaje neonatal, alrededor de mil casos con la enfermedad, siendo la causa de retraso mental más prevenible.

De igual forma, se ha logrado reducir la prevalencia de desórdenes asociados al déficit de yodo, después de la yodación de la sal común como parte del Programa Nacional de Yodación de la sal que comenzó en 2001, modificación que también tuvo su impacto en la incidencia del hipotiroidismo congénito.

Si bien se desconoce la frecuencia de disfunción tiroidea en la mujer embarazada, existe un programa de atención en este sentido y se conoce el impacto de los trastornos de función tiroidea sobre el embarazo, el parto, el producto de la concepción y las dosis de hormonas tiroideas permisibles para garantizar la lactancia materna.

Las enfermedades de la tiroides tienen un componente genético y ambiental, por lo que los especialistas aconsejan ante la presencia de algunos de los síntomas antes mencionados o el aumento del volumen en la zona del cuello acudir al médico de la familia, quien de ser necesario lo remitirá al endocrinólogo del municipio o a la institución hospitalaria que le corresponde.

En dependencia del trastorno los pacientes deben adoptar nuevos estilos de vida, alimentación y tratamientos farmacológicos y radiactivos, que garanticen mayor calidad de vida.

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