Homenaje a la obra Edith y al actor Gilberto Subiaurt

Edith resulta una pieza emblemática del teatro matancero que narra de forma singular la vida de la cantante parisina Edith Piaf.

Una hermosa tarde de encuentro y rememoración se vivió en la Casa de la Memoria Escénica, la tarde de este martes 13 de septiembre durante el coloquio dedicado a los 25 años del estreno de la obra Edith y los 35 de vida artística del actor Gilberto Subiaurt.

Tanto Gilberto como la actriz Mirian Muñoz, protagonista de Edith, compartieron con los presentes anécdotas y detalles poco conocidos de dos vidas entregadas por completo a las artes escénicas. Por su parte, el público intercambió con los intérpretes, hizo preguntas y homenajeó de forma sincera y espontánea la labor de ambos.

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Los 25 años de Edith

Edith resulta una pieza emblemática del teatro matancero que narra de forma singular la vida de la cantante parisina Edith Piaf y fue estrenada en la Sala Milanés en 1997.

“Nosotros no deseábamos meternos en un camino biográfico, los dueños de la figura de la Piaf son los franceses, sino hacer una traducción de cómo, años después y con el mar de por medio, podíamos encontrar vínculos entre la vida de esa artista y la de Mirita”, explica Subiaurt, autor del texto dramático.

Para Miriam Muñoz estos paralelismos son muy evidentes, ella ha incorporado este personaje a su existencia, comenzó a hacerlo con 50 años y hoy, a sus 75, lo sigue enfrenta con el mismo lirismo y conmovedora lucidez.

“Este es un personaje que quiero mucho y una obra entrañable, nunca la hemos bajado de cartelera. Incluso sorteando nuestros compromisos individuales, de vez en cuando la hemos puesto y la mantenemos viva”, aseveró la actriz.

Gilberto Subiaurt, quien cumple 35 años de carrera, se inició en el mundo de las tablas de la mano del destacado Pedro Vera, en la agrupación Teatro D´Sur. A lo largo de ese tiempo se ha desempeñado como actor, director, dramaturgo y narrador.

Es recordado por su participación en la telenovela Si me pudieras querer, las piezas teatrales en El gato de Chinchila o La Locura a caballo, del Mirón Cubano y Arístodemo con el grupo Teatro Estudio, bajo la dirección de Abelardo Estorino y los multipremiados monólogos Condenados y Polvo, entre otros. Ambos artistas recibieron también el homenaje de la filial matancera de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y el Consejo Provincial de las Artes Escénicas. (Fotos Ramsés Ruiz Soto)

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Sobre el autor: Giselle Bello Muñoz

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