Añoranza por las aulas

Mientras crece el deseo de volver a las aulas, expresión de añoranza de una nueva normalidad ante la pandemia de covid-19, no cesan los preparativos en las escuelas de Cárdenas para que las lecciones presenciales se impartan en entornos más seguros.

Hay mucho que hacer porque en tantos meses marcados por el azote de la epidemia los centros educacionales tuvieron que reinventarse una y otra vez: como centros de aislamiento para positivos y sospechosos, y vacunatorios para poner la esperanza de una vacuna ciento por ciento cubana en los brazos de cientos de personas.

En esta región de la occidental provincia de Matanzas los docentes debieron asumir roles inusuales para convertirse en mensajeros, facilitadores del proceso de inmunización con Abdala, y guardianes de la tranquilidad ciudadana; ahora retornan a los centros educativos para dejarlos listos con vistas a la arrancada.

Los maestros también somos de Patria o Muerte, expresa Ana Isis Zuaznábar Delgado, directora de la secundaria Guillermo Geilín, una de las escuelas actualmente sometidas a procesos de mantenimiento constructivo y, según sus propias palabras, está quedando bella.

Desde círculos infantiles que mejoran su estado estructural y se amplían para responder al crecimiento demográfico de Cárdenas, hasta reparaciones más abarcadoras de carpintería y redes hidrosanitarias, se multiplican las transformaciones para bien de alumnos, profesores y familiares.

«Cárdenas fue el municipio yumurino que más acciones desarrolló para mejorar las condiciones constructivas de las instituciones escolares a fin de retomar las clases presenciales», según la información ofrecida recientemente por Edilberto Casanova Armenteros, director provincial de Educación.

El uno por ciento de la contribución territorial para el desarrollo local se emplea en algunos de los trabajos, entre estos los que actualmente prosiguen en el círculo infantil José Joaquín Valdés, y en otros escenarios como la primaria Marcelino Herrera, donde casi concluye una profunda reparación capital.

Al igual que en todo el país en esta localidad, ubicada a unos 140 kilómetros al este de La Habana, se retoma hoy la agenda docente mediante las teleclases, en tanto siguen los trabajos para acondicionar los locales y sobre todo, evitar hacinamiento y garantizar la bioseguridad.

Construcciones como el complejo educativo que alberga varias instituciones docentes, primero de su tipo en Cuba, hoy fungen como vacunatorios para inmunizar con las vacunas anti covid-19 a la población pediátrica, pero estarán listos para el retorno de alumnos y maestros cuando la situación sanitaria lo permita.

Una matrícula superior a los 24 mil 300 estudiantes distribuidos en 64 centros de enseñanza, y más de tres mil 900 trabajadores del sector, se mantienen en vínculo permanente, rompen la distancia y hacen que el conocimiento fluya muchas veces gracias a vías menos convencionales como Whatsapp, Telegram o Facebook.

Aunque sometidas a una pausa ya demasiado larga, las escuelas de Cárdenas no están ociosas ni olvidadas en el seno comunitario, y de todos depende la victoria contra la pandemia para que el retorno de los alumnos deje de ser un sueño. (Por: Roberto Jesús Hernández Hernández/ACN)

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