Melocactus Matanzanus, un homenaje a la Seña del Humor

El segmento teórico del Festival Melocactus Matanzanus, evento que rinde homenaje a la Seña del Humor de Matanzas, tuvo lugar el viernes 17 de febrero en la Casa de la Memoria Escénica.
Este espacio de la calle Milanés acogió ponencias de destacadas personalidades como Antonio Berazaín, Rubén Darío Salazar y Ulises Rodríguez Febles, quienes abordaron la obra documental del cineasta Enrique Colina, el humor en el teatro para niños, la comedia dentro del contexto de la dramaturgia cubana, entre otros temas.


La sesión vespertina dio inicio con la conferencia Teoría del simulacro en el humor escénico cubano, a cargo del cómico Kike Quiñones. «La sátira social es el elemento fundamental en el humor que se hace en nuestro país», aseveró a la vez que exponía los conceptos que definen el arte de hacer reír.
Sin dudas, el plato fuerte de la jornada fue el panel Señeras y señeros donde Moisés Rodríguez, integrante de la Seña del Humor, habló desde su experiencia como parte del emblemático grupo yumurino.


A tono con el evento, la Casa de la Memoria Escénica exhibe una muestra expositiva de humor gráfico con las obras de Manuel Hernández y Gustavo Prado Álvarez (Pitín) que atesora esta institución.
Al final de la tarde se presentaron los libros Cannibal Planet, una selección de obras de Reynerio Tamayo y Quien bien te quiere… de Caridad Martínez González y Jorge Alberto Piñero (JAPE), que aborda la vida y obra del prolífico escritor Alberto Luberta.
Como parte del Melocactus Matanzanus, el público podrá disfrutar del espectáculo humorístico Sinfonía con de nada, con Kike Quiñones, la Orquesta Sinfónica de Matanzas e invitados, en el escenario del Teatro Sauto, la noche del sábado 18 y la tarde del domingo 19 de febrero.

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Sobre el autor: Giselle Bello Muñoz

1 Comment

  1. La Seña es todo eso que dice Moisés; que dice Pelayo incansablemente en sus diferentes formas de seguir haciendo humor y creando estilos; que dice Mariela; que dice Jape; que dice Quiñones; que dice el público con esa ética y cariño que se ha visto en estos dias; que no ha dicho Yovani; que no ha dicho Carbonel; que no ha dicho El Saba; que no ha dicho Leandro; que no ha dicho Pedrito; que no ha dicho Rubén; que no ha dicho Dany; que no pueden decir El Migue ni Loege.La Seña fue una actitud ante la vida; una filosofía de vida; una familia; un grupo de jóvenes que supieron decir en su momento su descontento; sus satisfacciones e insatisfacciones de una manera muy compleja en un momento muy complejo donde los tres guionistas supieron interpretar las potencialidades de cada cual y los músicos; los diseñadores; los artistas excepcionales que teníamos lograron mistificar y hacer mágica su existencia en una Era de tenencia incompleta y deterioros filosóficos de una sociedad.Sus creaciones humoristicas grises ( nunca humor blanco total) arrastraron a jóvenes; viejos; a cultos e incultos que se veían identificados en aquellos jóvenes irreverentes compañeros de estudios desde la secundaria; el Pre la Universidad; que los educaban; les transmitían una enseñanza con parodias; virtuosismo en sus instrumentos; ruptura de la rigidez del pensamiento ; y un tratamiento especial de lo culto y lo popular que sólo era posible por la genialidad de la naturaleza de los guionistas y el amor a la vida de cada señero; que jamás podrá ser escrita ni interpretada por quienes no conocieron de sus interioridades.La Seña es un fenómeno irrepetible aún ni por los propios señeros; que guardan en sus corazones la magia de haber sido dichosos por dar continuidad a su juventud eterna.

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