Cocodrilos de Matanzas – Fotos: Raúl Navarro González
En el juego de béisbol, tres métricas fundamentales sirven para evaluar el rendimiento cuantitativo de un elenco. Picheo, bateo y defensa, los cuales deben conjugarse para una mayor efectividad dentro de los partidos.
En el caso de los Cocodrilos de Matanzas marchan primeros en defensa dentro de la Serie Nacional con promedio de 980, superior a la media de fildeo del campeonato, que es de 967.
Los serpentineros yumurinos promedian 4.47 carreras limpias por cada nueve entradas de labor, con un promedio de bateadores envasados (Whip) de 1.54, aspecto en el que marchan quintos del torneo, por detrás de Mayabeque con 1.44, Sancti Spíritus con 1.49, Industriales con 1.50 y Artemisa con 1.51.

El cuerpo de lanzadores de la Atenas de Cuba tiene una media de 9.80 incogibles permitidos por partido, además de que los rivales le promedian 286., guarismo similar al promedio de la Serie de 287.
La debilidad de la tropa de Armando Ferrer radica en el bateo, elemento en el que marchan decimosegundos entre los 16 equipos contendientes en la justa con 271.
Menos que Matanzas solo batean Ciego de Ávila con 262, Isla de la juventud con 268, Sancti Spíritus con 260 y Guantánamo con 249, todos representativos que se encuentran fuera de la zona de clasificación a la próxima fase.
La tanda de segundo, tercer y cuarto madero de Matanzas, compuesta por José Amauri Noroña, Eduardo Blanco y Andrys Pérez solo tiene un total de 37 extrabases entre los tres, métrica muy por debajo de lo necesario para una producción adecuada de carreras.

En el aspecto del bateo de largometraje los saurios solo tienen 27 cuadrangulares y marchan décimos del campeonato dentro de este renglón, un fiel reflejo del retroceso del conjunto. La batería del equipo matancero tiene una frecuencia de envasado por cada aparición al home plate (OBP) de 389, han recibido un total de 296 bases por bolas, lo que habla de la paciencia de los bateadores en el cajón de bateo.
Los reptiles marchan octavos en cuanto a promedio de ponches por comparecencias al bate (CB-SO) con 7.7 bateadores retirados por esa vía por encuentro como promedio. Es conocida la ausencia de peloteros fundamentales en la novena como Yursibel Gracial y Luis Ángel Sánchez, pero ante la ausencia de los titulares los suplentes deben y tienen que asumir la responsabilidad.
En pos de lograr el objetivo de clasificar a los play off y luchar por la corona del mayor espectáculo deportivo del país, se hace necesario corregir aspectos técnicos tácticos como la disciplina en el cajón de bateo, la discriminación de lanzamientos dentro de la zona efectiva de bateo y el corrido de bases de manera efectiva. (Por: George Carlos Roger Suárez )
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