De casta le viene al galgo

De casta le viene al galgo

A lo largo de 64 ediciones de la Serie Nacional de Béisbol, varias son las familias que han pasado por los diamantes beisboleros del país. En el caso del jardinero limonareño Roberto Álvarez Cárdenas, el amor por el pasatiempo nacional viene de su padre, Roberto Álvarez, otrora jugador de los equipos Henequeneros y Citricultores.

Sobre sus inicios en la pelota y su desarrollo como atleta, el hoy jugador de los leones de la capital dialogó en una reciente entrevista.

«Comencé la práctica de béisbol a la edad de 7 años, inspirado en el ejemplo de mi padre, quien jugó con los elencos de mi provincia natal y luego se trasladó hacia La Habana».

El polivalente jugador señaló que ingresó a la Escuela de Iniciación Deportiva, Luis Augusto Turcios Lima, donde comenzó su transitar por la pirámide de alto rendimiento.

«En mi etapa inicial no jugaba jardines, era tercera base y ocasionalmente me desempeñaba como parador en corto con el equipo de mi municipio, Limonar».

De casta le viene al galgo

«Al llegar a la selección juvenil de Matanzas, el entrenador Mario Domet, me comentó que para integrar la novena mayor de la provincia tendría que pasar a los jardines».

Roberto recordó con nostalgia su paso por los Cocodrilos de Matanzas. «Hacer el equipo fue una experiencia enriquecedora en la que aprendí muchas cosas y me dio más vista como pelotero.

El natural de Limonar formó parte de la selección de los saurios que alzó el campeonato en la Serie Nacional 59, más de tres décadas después de escalar a lo más alto del podio por última vez. «Nunca había tenido la posibilidad de ser campeón nacional y fue una experiencia que disfruté muchísimo».

«Desde la época en la que Víctor Mesa era mánager del equipo siempre estábamos discutiendo los primeros puestos, pero no se daba el campeonato y esa serie fue un colofón a tantos años de constancia».

Su carrera ha estado marcada por distintos entrenadores, pero Robertico, como lo llaman los amigos, guarda especial cariño por Mario Domet, quien siempre apostó por él desde su etapa juvenil.

Al regresar de República Dominicana quiso retornar a jugar por su provincia, mas la posibilidad le fue esquiva». Cuando decidí regresar a Cuba, a jugar, dialogué con mi compañero de los Cocodrilos, Julio César Gonzáles para que me pusiera en contacto con Armando Ferrer y poder integrar de nuevo la nómina de los saurios, pero por algunas situaciones no se dio».

El versátil jugador señaló que la participación con el municipio de Unión de Reyes en el Torneo de Clubes Campeones de Béisbol le sirvió como preparación. «Acababa de regresar de Dominicana y el director, Saúl Vasallo, me dio la posibilidad de formar parte de su equipo para esa competencia, por lo cual le estoy muy agradecido».

Una conversación con el mánager de Industriales, Guillermo Carmona, facilitó su migración a defender la chamarreta de las letras góticas. «Hablé con él y me comentó que tenía las puertas abiertas, que si me ganaba el puesto jugaba».

Tras su irrupción con el elenco más ganador del campeonato doméstico de béisbol con 12 coronas, resulta cotidiano verlo desempeñarse en varias posiciones como el campo corto, la segunda base y el jardín central.

«Después de la Liga Élite los profes hablaron conmigo sobre la necesidad de asumir el campo corto ante la ausencia de un jugador natural de esa posición dentro del equipo, por mi fortaleza de brazo y los desplazamientos consideraron que podía cumplir bien la tarea».

El número 51 de los capitalinos ponderó el papel de su familia en los resultados que ha alcanzado como atleta. «Mi familia y mi esposa son mi mayor inspiración cada vez que salgo al terreno, por ellos y por la afición siempre me entrego al máximo».

Entre grandes jugadas y batazos a la hora cero Roberto Álvarez Cárdenas demuestra a diario que el esfuerzo y el sacrificio en los entrenamientos traen buenos resultados en el juego. (Por George Carlos Roger Suárez)

Recomendado para usted

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *