El circo es una de las especialidades de las artes escénicas con menos presencia en nuestros archivos, porque, según he investigado, la Casa de la Memoria Escénica es la única que la tiene entre sus fondos, con un registro fragmentado desde la década del 50 hasta nuestros días. Esto se ha enriquecido por estrategias, como la realización a partir del 2007 de los Espacios Memorias, que lograron reunir disímiles documentos de archivos, entre los que destacan fotos, afiches, programas, recortes de prensa y archivos de voces.
El sistemático vínculo con artistas circenses de diferentes generaciones, y con los colectivos que permanecen al catálogo de las artes escénicas, también ha contribuido a tener un archivo diverso, que valoriza lo circense.
La introducción a la historia del Circo Atenas, de Mariem Espinosa, asi como algunos documentales sobre el tema, son algunos de los referentes para estudiar el circo matancero, a lo que se suman dos proyectos sobre el tema.
El arte circense también ha sido la gran ausente de las publicaciones, al menos entre nosotros, tanto desde el punto de vista histórico como desde la teoría y la práctica; por eso un libro como El arte circense en Cuba, del destacado investigador Miguel Menéndez Mariño (La Habana, 1937 – 2011), publicado por Ediciones Alarcos, en su Biblioteca de Clásicos, es una obra imprescindible.
Investigación iniciada en 1982, como tesis de grado en el Instituto Superior de Arte, es un acusioso estudio del tema en Cuba, desde sus orígenes hasta la actualidad, aunque es evidente para los matanceros la ausencia de algunos instantes fundamentales de nuestro circo, que fueron trascendentales más allá de nuestras fronteras. Una deuda que saldarán algunos de los proyectos en que trabajaremos.
Menéndez Mariño dedicó su vida a estudiar el circo, y entre sus méritos se encuentra ser fundador de su escuela nacional. Es también autor de Génesis de nuestro circo (1989), traducido al ruso.
Partiendo de la prehistoria, indaga en las diversas etapas, con las carpas más importantes de cada época, además de dedicar capitulos a las familias más destacadas, la relación cronológica de circos nacionales y extranjeros presentados en Cuba, asi como otros detalles que muestran lo minucioso de su investigación y las constantes revelaciones con acontecimientos, artistas y circos.
Acompañado de documentos de archivos y fotografías, incluye además un glosario de términos, que contribuye a la formación de alumnos, profesores, investigadores y promotores de la especialidad.
Historia dispersa, el autor consigue ofrecer, a través de la estructura del libro, una unidad orgánica de la historia que se ilumina en cada una de sus páginas.
Presentado en la Casa de la Memoria Escénica en el 2017, por el teatrólogo Omar Valiño, en aquel entonces director de Tablas Alarcos, El arte circense en Cuba constituye uno de esos libros de obligada consulta para conocer del fascinante universo de la carpa, las pistas y sus artistas, un mundo ancestral que sigue vivo y renovado entre nosotros.
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