Con una intensa jornada de actividades se celebró en Matanzas durante cuatro días la primera edición de un evento teórico cultural dedicado a Aurelia Crespo, figura de gran trascendencia en Matanzas para los practicantes y estudiosos de la religión yoruba.
Y es que a esta afamada santera se le considerada como la primera devota que le dedicó un toque de violín a la Virgen de la Caridad del Cobre, el 12 de septiembre de 1941.
Desde entonces esta ceremonia ha devenido con los años en una práctica habitual a lo largo y ancho de la isla para rendirle pleitesía a la importante deidad del panteón yoruba.
Con la premisa de dignificar tan importante acontecimiento para la cultura yumurina, y partiendo del hecho de que tuvo lugar por primera vez en Matanzas, el profesor y bailarín Alvin Hernández Ricardo se dio a la tarea de investigar a profundidad la figura de Aurelia y las características de esta ceremonia que se ha convertido con los años en una tradición cultural.
El amplio programa inició con una conferencia magistral celebrada en la sede de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) de esta ciudad, donde Hernández Ricardo expuso ante el auditorio los resultados de su enjundiosa investigación, resaltando los valores del rito sincrético donde los violines cobran protagonismo.
Seguidamente se proyectó el material audiovisual Un violín para Ochún, del proyecto audiovisual Matanzas Incógnita del Periódico Girón.
El evento incluyó una exposición en la sala Agustín Drake de la propia sede de la ACAA con muestras de artistas como Adrián Gómez Sancho, Ernesto Millán, Dorismary García, Alexander Medina, contando además con una instalación del gran maestro ya fallecido, Agustín Drake.
Los asistentes a la exposición disfrutaron de una moyubga que a manera de saludo enalteció el evento con un excelente performance donde se imbricaron la danza, los rezos y cantos litúrgicos y la pintura corporal que tan bien ejecuta el artista Alexis Plasencia, sin dudas el momento que desató el aplauso de los espectadores a la sala.
Las jornadas incluyeron clases de danzas rituales dedicadas a la Oricha del amor y la fertilidad, impartidas por Alvin Hernández, quien además funge como profesor de la Escuela Vocacional de Arte y Especialista de Danza en la casa de Cultura Bonifacio Byrne de Pueblo Nuevo.
Cerca de ese inmueble, pero en la calle San Rafael, esquina San Diego, se rememoró la figura de Aurelia Crespo a donde asistieron vecinos, familiares y participantes al coloquio para rendir tributo con la develación de una tarja que conmemora el hecho.
Tras una breve procesión que convocó a innumerables personas, se escucharon las cuerdas de los violines en el hogar de la afamada religiosa con la misma fuerza y devoción con que ella instaurara la celebración hace 83 años.
Como colofón se presentó en el Teatro Sauto el espectáculo artístico danzario “Un violín para Ochún”.