La historia de Ediciones Vigía, desde su fundación, está relacionada de manera destacada con la promoción del teatro, especialmente de los nuevos autores.
Desde Vigía, su fundador Alfredo Zaldívar propició aquel concurso de dramaturgia que, en 1993 y por la celebración del tricentenario de la ciudad de Matanzas, llevó el nombre de Virgilio Piñera y que tuvo la novedad de ser compartido por Hugo Araña Santoyerte, con Séptimo Round, y Ulises Rodríguez Febles, con La ventana tejida, cuyo libro manufacturado salió a la luz con edición de Gisela Baranda y el diseño de Rolando Estévez.
Este hecho es un acto singular que no volvió a repetirse, pero que de alguna forma renació con el Premio Virgilio Piñera, el más importante y codiciado concurso nacional de dramaturgia, auspiciado por Tablas Alarcos, cuya edición inicial fue en 2002 y tuvo como primera obra premiada a El zapato Sucio, de Amado del Pino.
Durante toda la década del 90 y hasta el día de hoy, la editorial dirigida por Agustina Ponce ha posibilitado la publicación de algunas de las obras ganadoras del Premio José Jacinto Milanés en teatro o, como sucedió este año, el Concurso de Dramaturgia Titiritera para Mujeres Rene Potts, que en el marco del Festival Internacional de Teatro de Títeres recibió María Laura Germán.
Diversos autores dramáticos de diferentes generaciones han publicado con Ediciones Vigía, como Dora Alonso, René Fernández Santana, Jesús del Castillo, Freddy Artiles, Gerardo Fulleda León, Pedro Monge Ranfuls, José Milián, Alberto Pedro, Abilio Estévez…
Significativa también ha sido la colaboración de la editorial con agrupaciones e instituciones teatrales matanceras, en la publicación de textos y en función de eventos de las artes escénicas, fundamentalmente el Festitaller de Títeres de Matanzas.
Una obra como La caja de zapatos vacía recoge otra zona de lo teatral, a partir de varios de los trabajos críticos del teatrólogo Omar Valiño Cedrę, que a nivel de imagen y simbología constituyó un homenaje al maestro Rine Leal, recreado artísticamente por Rolando Estévez, y que diversifica el catálogo de Vigía, relacionado con el teatro. Este libro es también una de las más originales creaciones de Vigía.
Entre las últimas publicaciones se encuentra El enano en la botella (2024), emblemático monólogo de Abilio Estévez, traducido al inglés por Linda S. Hower, edición de Laura Ruíz y el diseño de la joven Rocío Morejón, que nos entrega uno de los más potentes textos del novelista, poeta y dramaturgo cubano, autor de obras como La verdadera culpa de Juan Clemente Zenea o Perla Marina.
La riqueza y variedad del catálogo teatral de Ediciones Vigía, en la que juega un rol fundamental el diseño de varias generaciones, entre los que destaca la creación de Rolando Estévez, Zenén Calero, Frank David Valdés, Joham E. Trujillo, Sandra Cabrera, y otros, apoyados por un colectivo de trabajadores, convierte su propuesta en un patrimonio que funde lo literario, lo visual y lo teatral, para potenciar la memoria, la identidad y el conocimiento imprescindible sobre el teatro nacional, tanto el dedicado a los adultos, como para niños y títeres.
Matanzas, como ninguna otra ciudad, hasta el nacimiento de Tablas Alarcos, especializada en la escena, ha sido un fuerte baluarte en Cuba, a través de Vigía y Ediciones Matanzas, al que le dedicaré otro trabajo, en la promoción de obras y dramaturgos cubanos.
La labor de Vigía ha sido admirable en estos casi 35 años de fundada, contribuyendo con su labor editorial al conocimiento del teatro cubano, y ayudando junto a Matanzas y Aldabón a potenciar las acciones históricas de una ciudad creativa en literatura.