En 1811, José Leopoldo Yarini ejercía como médico en el hospital militar San Carlos, en la ciudad yumurina. Seis años después vivía en la calle Cuba y era propietario del ingenio Rosario, en el partido de Guamacaro, jurisdicción matancera.
De su matrimonio con Josefa Torres Lima, quien poseía una vivienda en la calle Ricla (hoy Medio), y otra en la calle Jovellanos, nació José de Jesús. Este contrajo nupcias con Concepción Ponce. Uno de sus hijos, Cirilo, se unió en 1877 a Emilia Ponce, procreando tres vástagos.
Entre ellos estaba Alberto Yarini y Ponce de León, el más afamado proxeneta del barrio de tolerancia habanero de San Isidro, quien vivió con seis mujeres en la calle Paula no. 96 de la capital, y controló a otras en la zona.
En 1910, el chulo Louis Lotot regresó de París con la joven Berta Fontaine, quien, aprovechando una breve ausencia del galo, se aparejó con el cubano. El incidente culminó con la muerte a tiros de los dos rivales.
Aunque parte de los ancestros de Yarini se trasladaron para la capital en el propio siglo XIX, otros permanecieron en Matanzas, como Julio G. Yarini, quien a mediados de 1888 poseía un local en Gelabert no. 35 (hoy Milanés), para el expendio de vinos, licores, dulces y ostiones. Un hospital y varias calles de la ciudad, más un ingenio en el valle de Guamacaro, recuerdan en Matanzas la lejana estirpe de Yarini.
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