La historia de la dramaturgia cubana tiene inscrito el nombre de varios autores matanceros claves. Voy a mencionar solo tres, que son clásicos y con los que existe un diálogo constante de diferentes maneras: José Jacinto Milanés, quien inauguró el romanticismo con su obra El Conde Alarcos; Virgilio Piñera, figura esencial con la que nuestra dramaturgia se adentra en la modernidad; y Abelardo Estorino, el más cercano en el tiempo, autor imprescindible que tuvo su imaginario creativo en un su natal Unión de Reyes, con obras como Morir del Cuento, La Casa Vieja, El robo del cochino.
La Casa de Milanés es el actual Archivo Histórico, y se le cuida, como el espacio histórico donde vivió y murió.
En Cárdenas, durante la celebración del centenario de Virgilio Piñera, allí donde vivió se situó una tarja que lo recuerda.
Abelardo Estorino siempre estuvo cerca de Unión, de sus costumbres y espíritu teatral. Actualmente, la Jornada de Teatro, auspiciada por Teatro D’ Sur y liderada por Pedro Vera, lleva su nombre; y es una tradición el peregrinaje a su tumba, en el pueblo donde nació, que lo inspiró y al que volvió siempre, porque quiso descansar en su tierra.
La Casa de Estorino, en Unión de Reyes, también tiene una tarja, emplazada en la celebración de sus 90 años por la comisión organizadora, y develada por prominentes figuras de la cultura, la política y el Gobierno. Esto mantiene presente la vida allí de uno de los dramaturgos más significativos de la nación, Premio Nacional de Literatura y de Teatro.
Sin embargo, este sitio de indudable relevancia histórica, al que se debió proteger y dar un uso eficaz, se deteriora constantemente. En la última visita, se pudo apreciar que la posibilidad de salvarlo se hace cada vez más difícil, por la intervención del descalabro humano.
¿Cómo se permitió algo así, cuando se necesitan tantos requerimientos para intervenir o desmantelar algo?, ¿qué solución puede tener?; me han preguntado varios vecinos del pueblo de Malanga, Eloisa Álvarez Guedes, Regino Pedroso, Pablo Quevedo y Estorino.
La gente de Unión de Reyes es de tradición e historia, sensible a la cultura, así como sus autoridades. Entonces, ¿vamos a permitir que lo que era una casa habitable, de valor patrimonial, quede en ruinas; y que un día solo imaginemos que ahí vivió Abelardo Estorino?
A muchos les parece injustificable. ¿Por qué no intentamos revertir la situación? Creo que eso les corresponde a muchos. Esperamos. (Fotos del autor)