El artista de la plástica Alejandro Baró inauguró una muestra expositiva en la Galería Pedro Esquerré, de esta ciudad de Matanzas, que bajo el nombre Maktub Series (Solo Show), intenta adentrarse en las motivaciones de los individuos de las sociedades actuales para quienes el poder y la fama representa la razón primigenia de la existencia humana.
Valiéndose de técnicas como el dibujo al carbón y tempera sobre papel craft, el plástico bebe de la academia americana y del cómic para regalarnos su visión del mundo con desenfado y gran dominio de la composición y el dibujo.
“Esta muestra integra una serie que he estado trabajando, donde parto del presupuesto del arte como generadora de la realidad concreta, asumiendo la percepción que de esta tienen regiones como África y Asia”, explicó.
El joven creador aseguró que en esos continentes el arte juega, baila, canta, escribe con la conciencia de que tiene una implicación directa con la realidad, creando vida.
Para el desarrollo de la tesis que maneja en esta nueva exposición Alejandro Baró revisita los postulados del psicólogo suizo Karl Gustav Jung quien acuñara el término sincronicidad, para describir la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera causal.
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“Todas estas obras asumen esa concepción de sincronicidad, de ese pensamiento místico y mágico del arte, pero aproximándolos a la contemporaneidad cubana muy marcada por la obsesiones por alcanzar a toda costa el éxito, el dinero, viajar o acumular bienes de consumo”.
Con 26 años de edad este creador ha devenido en un exponente de renombre de las artes visuales en el país con varias exposiciones en la capital Cubana y en su ciudad natal. También ha incursionado en la curadoría donde logra poner de manifiesto sus conocimientos sobre el arte.
El portal del Consejo Provincial de las Artes Escénicas en Matanzas destaca que si bien la arquitectura ha sido un tema recurrente en su obra del artista, esta ha evolucionado para profundizar en fenómenos sociales aún más complejos y emergentes, como la política, la relaciones de poder, la memoria, y la colonialidad.
En 2018, con tan solo 21 años de edad, su trabajo llamó la atención de Maria Morris Hambourg, incluyéndolo en la colección del RISD Museum. Varios de sus piezas integran colecciones privadas en el extranjero.
Sobre la presente muestra personal Maktub, la curadora Helga Montalván destacó la contundencia de la composición a la vez que “configura su particular propuesta conceptual, desfigurando y trasgrediendo los inciertos límites entre el arte y la crítica del arte”.