Entre sus paredes, José Antonio Echeverría dio los primeros pasos y se nutrió del cariño familiar. Aunque estudió en La Habana, siempre que podía regresaba a su hogar, donde residían sus padres y hermanos.
Fue en un aniversario del grito de La Demajagua, aquel 10 de octubre de 1973, que la otrora casa natal del líder estudiantil, sita en Genes, número 240, reabrió sus puertas, pero como sección de historia del Museo Regional de la ciudad de Cárdenas. En saludo a la fecha independentista y al XX aniversario del Asalto al Moncada, la vivienda se convirtió en una extensión del museo Oscar María de Rojas, uno de los primeros y más completos del país.
El espacio se transformó en idóneo para atesorar la historia de Cuba y Cárdenas desde el período colonial hasta los primeros años de Revolución.
Contenía una decena de salas de exposición en las que el visitante podía recorrer, gráficamente, “hitos fundamentales de la historia de la región y de Cuba en general, apreciar objetos, documentos y otras piezas importantes pertenecientes a personalidades vinculadas a nuestras luchas separatistas y revolucionarias”, según versa en un artículo de la época, publicado en el periódico Granma, que forma parte de los archivos personales del historiador Ernesto Álvarez Blanco.
Por aquel entonces, el centro lo mismo exhibía documentos de la fundación de la ciudad de Cárdenas en 1828 que sobre la actividad de José Martí en los preparativos de la guerra necesaria; piezas correspondientes a esa etapa que fueran propiedad de Antonio y José Maceo, Máximo Gómez y otros patriotas; además de salas dedicadas a la lucha contra la tiranía batistiana, incluida una “amplia colección de objetos y síntesis biográficas de todos los cardenenses caídos en la etapa insurreccional, encabezados por José Antonio Echeverría y José Smith Comas”.
Según datos aportados por Álvarez Blanco, el museo contó en sus inicios con “siete veladoras y dos guías generales, y la dirección de la sección fue asumida por Lázaro Miranda Chirino, quien también era el director del Oscar María de Rojas”.
“Años después se cambió el montaje en un par de ocasiones, hasta ser como lo conocemos hoy, para dedicarlo a la figura de José Antonio Echeverría y a sus compañeros de lucha. Las piezas que no estaban relacionadas con esa temática regresaron a los fondos del Oscar María”.
El museo Casa Natal cuenta con varias salas: Arquitectura, Familia, Niñez, 13 de Marzo y otra de Acciones Revolucionarias.
“Es un símbolo para la FEU. Resguarda importantes fotos y objetos relacionados con la lucha estudiantil”, considera María Teresa Clark, historiadora de la ciudad de Cárdenas. “Constituye un exponente de singular importancia para la historia porque resalta los valores de José Antonio Echeverría y de todos los que junto a él lucharon por alcanzar el triunfo revolucionario”.
Desde marzo de 2023, el centro atraviesa una restauración general, por lo que sus puertas, a partir de esa fecha, permanecen cerradas al público.
No obstante, este 10 de octubre, con motivo de los 50 años de su inauguración, la institución recibió a trabajadores y amantes de la historia que no quisieron pasar por alto la efeméride.
“Se le puso una ofrenda floral a José Antonio, se abordó sobre el quehacer de todos los que laboraron aquí, y se les entregó un reconocimiento a directores antiguos y trabajadores fundadores”, comentó a Girón Milagros Muñiz Rodríguez, directora del museo.
Casa Natal es una de las importantes instituciones museísticas de la Ciudad de las Primicias, cuya lista engrosan otros peculiares museos como el “A la Batalla de Ideas”, único de su tipo en el país, y el del Ferrocarril, situado en el batey del antiguo central Smith Comas y que posee una interesante colección de locomotoras.
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