A sus 25 años, Gabriela Rodríguez Álvarez personifica uno de los rostros más jóvenes que integran la delegación que representa a Matanzas en el X Congreso de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) que comenzó este miércoles 27 de septiembre en el Palacio de Convenciones de La Habana, compromiso que asume con notable orgullo.
Aseguró que desde la niñez mantiene estrecho vínculo con la mayor organización de masas del país, inicios que entre actividades culturales y trabajos voluntarios la llevaron hoy a desempeñar una responsabilidad mayor como Activista en las Redes Sociales de los CDR en el territorio.
Frente al escenario complejo que vive la nación y con el incremento de las campañas de descrédito que se gestan contra la Isla, el trabajo mediático representa en la actualidad una de las tareas más arduas e importantes, comentó.
“Gran parte de nuestra población se informa a través de las diversas redes sociales, espacio favorable para la reproducción de fake news, situación ante la cual no debe faltar la respuesta inmediata de los Comités con información fidedigna sobre la realidad social cubana”.
La organización que cariñosamente define como escuela, entre sus principales y más valiosas lecciones le permitió conocer la importancia del trabajo con las comunidades, así como las bondades y seriedad que implica el mismo.
“Resulta muy reconfortante cuando la población se involucra, participa, aporta y explica sus principales inquietudes en las diferentes actividades convocadas por la organización desde esa socialización, con el apoyo de niños, adolescentes, adultos y ancianos para aportar cada día más al bienestar del barrio”.
La incorporación de jóvenes a sus tareas continúa como uno de los pendientes a perfeccionar, aunque para Gabriela el avance en los últimos tiempos resulta notorio: “Durante la etapa de la COVID-19 la respuesta fue inmediata, desde el primer momento muchos se nos sumaron para atender a personas vulnerables”.
Precisó que la necesidad de gestionar e informar constantemente a los cubanos constituye uno de los retos esenciales que deben afrontar los CDR. “En ocasiones, dice, tenemos un problema identificado por los propios cederistas, contamos con la solución o al menos conocemos las vías para llegar a ella y muchas veces queda en el camino, no se transmite, no se retroalimenta, y provoca desinformación”.
El desafío está en superarse cada día, en contribuir a una sociedad más justa, más parecida a las necesidades actuales. Nuestro trabajo diario se basa en eso, afirmó.
Hoy continuamos con la renovación de los destacamentos de vigilancia popular para enfrentar el delito y las ilegalidades, con las donaciones de sangre, el movimiento “Cultiva tu pedacito” y otras acciones que fortalezcan el funcionamiento y la confianza en los Comités, comentó.
Gabriela transmite en cada una de sus palabras una idea común, la misma que defendiera Fidel Castro cuando en 1960 se crearan los CDR, aspirar a que esta organización sea eterna y que enarbole las banderas de la cooperación y la unidad, para desde el barrio, como familia, defender los principios de la Revolución.