Es preciso trabajar en la motivación de los atletas para lograr el amar por la halterofilia y que cada sesión suponga más que una tarde ejercitándose.
Regresar a los orígenes y tocar las raíces que un día nos fortalecieron es un privilegio que pocos pueden disfrutar, porque en ocasiones se torna imposible o sencillamente sale de nuestros anhelos por distancias, ambiciones o la vida que ocurre al margen de lo deseado.
Para el profesor de levantamiento de pesas Enrique Ortega Andrés, formar el futuro en el mismo sitio donde aprendió a amar el deporte es algo para enorgullecerse. Máxime cuando esa tarea requiere de un esfuerzo extra en su rutina diaria, ya que alterna su trabajo como entrenador, en la Eide Luis Augusto Turcios Lima, con la formación de varios infantes de la comunidad, captados en las diferentes escuelas de la Marina en la ciudad de Matanzas.
“Empecé aquí mismo en este gimnasio en 1996 con nueve años, fui campeón nacional de varias categorías, luego me formé como licenciado en Cultura Física y, después de un tiempo fuera, regresé para formar a las nuevas generaciones”.
Una correcta y dedicada formación en la base resulta la clave para desarrollar atletas en cualquier disciplina, partiendo muchas veces de la autodeterminación a la hora de realizar las captaciones.
“Empecé a trabajar con estos niños en el mes de noviembre y la pasada Copa Nacional Pioneril se desarrolló en abril; con esos pocos meses de preparación logramos ubicarnos en la cúspide del levantamiento de pesas del torneo, por delante de otras provincias que son potencias.
“Una de las virtudes que provocan en los menores una reacción inmediata ante los duros ejercicios, la dieta estricta en busca del peso ideal y la abstinencia, es el liderazgo, si de jugar o salir con los amigos y familiares se trata.
“El secreto para todo lo que hicimos en ese torneo fue que los niños me seguían en todas las orientaciones y asistían a los entrenamientos bajo la lluvia o cualquier otra circunstancia. Lo que para otros podría suponer una barrera, ellos rebasaban todas las dificultades con la mentalidad de ser mejores cada día.
“Además, me premiaron como el entrenador más destacado, precisamente por los resultados que ellos tuvieron en el evento, gracias al esfuerzo y la dedicación que le pusieron cada tarde aquí en este humilde gimnasio”.
LA TAREA MÁS DIFÍCIL
Trabajar con la infancia en cualquier escenario, ya sea del deporte, la cultura u otro, conlleva grandes dosis de paciencia, estabilidad emocional e inteligencia afectiva, para sostener la disciplina sin mellar el entusiasmo y el apego a la labor que se realiza.
El componente educativo en las categorías menores es uno de los retos que deben vencer atletas y entrenadores. Este aspecto es poco reconocido a nivel social, pues se basa en el comportamiento dentro y fuera del ámbito deportivo, lo cual los ayuda a ser mejores seres humanos.
“Esa parte es bastante complicada, hay que trabajar mucho con la motivación para enfocarlos en amar el levantamiento de pesas y que sea más que una tarde ejercitándose. Solo así logramos que no se aburran y se vayan.
“Por otra parte está la competencia, se evalúan en varias cosas como la preparación física, tienen que saltar, correr diversas distancias; lo que es un poco agotador. También les hacen una prueba escrita de conocimientos técnicos del deporte y sus vertientes históricas; son 20 preguntas a las cuales hay que dedicar tiempo y motivarlos para que no sea una carga. Por eso es muy complejo llegar al objetivo final”.
La disciplina, el respeto, el compañerismo, la superación constante, son algunos de los elementos que las pesas aportan a los niños que hoy se preparan en el gimnasio Carlos García Gil, de la calle Manzano, en la urbe yumurina. Esta formación integral solo es posible con la cooperación y la imbricación de los padres, aun en los entornos más adversos desde el punto de vista social.
“En ocasiones la dificultad tiene sus ventajas, porque precisamente por esa razón los padres ponen todo su empeño en el futuro de sus hijos, que salgan adelante, prosperen y los apoyan muchísimo”.
VENCER TUS MIEDOS
Respiración profunda, mirada enfocada en aquel punto fijo en el cual concentras toda la atención y en la mente las palabras exactas del entrenador: “Tú puedes, déjate llevar, asegura el agarre”.
La psicología detrás de la halterofilia es un trabajo intenso, pues muchas veces el contrincante más fuerte y el peor enemigo entre el atleta y su sueño están en la mente y en esas barreras que surgen a partir de la duda.
Entre los pesistas más destacados está Noel David Naranjo, al cual un error en el salto le costó tres puntos, y de esta forma se le hizo escurridiza la medalla de oro en la competencia fundamental del año 2022, quedando en segundo lugar. Este suceso se olvidó el último fin de semana, cuando se colgó la dorada en la Copa Pioneril, como había prometido en una entrevista, además de ser seleccionado el más destacado de todo el certamen con 84,8 puntos de 87 posibles.
“Lo mejor que pudo pasar fue esa competencia, antes suspendida para todos los deportes, pero Mayabeque con el apoyo que tienen del Inder y demás autoridades asumió el reto. Aunque no pudieron asistir todos los territorios por las limitaciones con el transporte, sí lograron estar cinco provincias. Había que ver el entusiasmo de esos pequeños que en definitiva no entienden de dificultades económicas y pasaron todo un año sacrificándose”.
CUANDO LOS DESEOS NO ALCANZAN
Encontrar las puertas abiertas y el ruidoso movimiento de los hierros en el santuario de los alumnos de Enrique permite apreciar no solo el proceso dentro de lo estrictamente deportivo, sino también descubrir el deterioro de un lugar que merece mayores atenciones.
Con los logros vinieron las promesas de un presupuesto para comenzar los arreglos necesarios y enmendar sobre todo el techo que en estos días de lluvia se convierte en una cascada nada agradable. Ha transcurrido un año y “la vida sigue igual”.
“Al salir el trabajo periodístico de la televisión matancera donde se demostraban las malas condiciones de este lugar, la medida a adoptar era cerrarlo; pero la solución no debe ser abandonar a esos futuros deportistas ni el trabajo que se hace aquí, simplemente con arreglar el techo ya es una ventaja y nos brinda la posibilidad de continuar nuestra labor y, en definitiva, prestigia el deporte en la provincia”.
En tiempos tan difíciles como los que vivimos, donde la deserción de profesionales en varios sectores es constante y evidente, es imprescindible y urgente preservar lo poco que nos queda, los deseos de trabajar de jóvenes como el profesor Enrique y los sueños de los futuros campeones.