La inestabilidad con la materia prima es la mayor preocupación de los trabajadores en Prosa, pues conlleva fallas en el flujo de producción y, por tanto, interrupciones y afectación al salario. Foto: Ventura de Jesús García.
La Empresa de Productos Sanitarios (Prosa) no pasa por un buen momento, y el resultado, en efecto, es el desabastecimiento de papel sanitario en la red de tiendas de todo el país.
Puede medirse, además, por la entrega insuficiente de este producto a las entidades del turismo, sin duda, su más importante cliente.
La circunstancia que golpea a la entidad se manifiesta a simple vista. Al llegar al lugar donde está situada, en la periferia de la ciudad cardenense, resulta evidente una calma que no es habitual en este tipo de industria cuando las máquinas están funcionando.
«Estamos casi parados», nos anuncia un viejo trabajador a la entrada de la fábrica.
Pero, a pesar de la presión que impone la inestabilidad con la adquisición de la materia prima, no están por lo visto de brazos cruzados. En esos términos habló Manolo González García, gerente general de la Empresa. «Tratamos de salir de esta incómoda situación, aquí no nos damos por vencidos».
EL AÑO 2023 ES MÁS ALENTADOR
Única de su tipo en Cuba y con la responsabilidad de sustituir importaciones, Prosa es una empresa mixta de productos sanitarios dedicada a la producción de servilletas, pañuelos faciales, minijumbos, toallas y papel higiénico, encaminada a cubrir toda la demanda del país.
González García precisó que la empresa se especializa en la fabricación y comercialización de las diferentes gamas de papel tisú para la venta al mercado en MLC y a entidades del sector del turismo.
En 2022, apenas consiguieron elaborar unos 16 millones de rollos de papel sanitario para su comercialización en CUP, muy por debajo de lo planificado. La Empresa de Materias Primas pudo cubrir la demanda en solo 2 000 toneladas de recortería de papel de desecho, cantidad muy insuficiente para fabricar los 55 millones de rollos de papel ecológico previstos en plan.
Ante las limitaciones con la materia prima nacional y la falta de financiamiento para importar los volúmenes requeridos, directivos y trabajadores se aferran a más de una iniciativa para producir en el actual año el papel higiénico con destino al turismo y a la población.
Tras la llegada de un volumen de materia prima para producir el llamado papel lujo, en el primer trimestre de este año cubrirán las necesidades del turismo y distribuirán pequeñas cantidades para su venta en MLC, explicó González García.
Al propio tiempo, significó, hay garantías de cierta cantidad de materia prima nacional para hacer unos cuatro millones de rollos de papel ecológico en estos meses iniciales de 2023.
Insistió en que la solución ideal es disponer del financiamiento para importar la materia prima que requiere la empresa. Importar el producto terminado siempre será más caro que elaborarlo aquí, aclaró.
MAYOR VISUALIDAD ES BUENA PARA PROSA
En abril de 2019, como parte de una visita gubernamental a la provincia, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recorrió las áreas de esta fábrica y los instó a continuar concretando el encadenamiento productivo con diversos sectores, y a desarrollar la comunicación social, imprescindible para la visualidad y el posicionamiento en el mercado.
El mandatario insistió en la necesidad del encadenamiento desde la adquisición de materias primas y la transportación, hasta la salida del producto; que permitiera el abastecimiento de las diferentes tiendas y de las instalaciones del turismo.
Al referirse a estas observaciones, González García precisó que la fábrica reforzó su encadenamiento con la Empresa de Recuperación de Materias Primas y otros actores económicos que apoyan en la transportación del producto y garantizan, desde el material adecuado para el embalaje, hasta una planta mecánica para la reparación de equipos y maquinarias.
En cuanto a la estrategia de comunicación en pos de alcanzar visibilidad, crearon un sitio web y promueven la venta del producto online, proyecto todavía incipiente, especificó.
Sobre Prosa 2, el proyecto de inversión que avala el futuro de la planta, comentó que una vez concretado extenderá la capacidad de producción hasta más de 20 000 toneladas al año de toda la gama del papel tisú, sin necesidad de importar el producto semielaborado.
DEMASIADA DEMORA
La joven ingeniera Leslie Reyes Álvarez es una persona clave en Prosa. Ella es la gerente de Logística, responsabilidad que requiere de larga experiencia. No es su caso.
Admite que gasta una gran cantidad de tiempo «detrás de la materia prima». Tenemos claro que la prioridad la tienen otros productos, no podemos competir con el pollo de la población, dijo, para acentuar lo difícil que resultan, a veces, las gestiones en pos de traer el producto hasta la planta.
«Lo cierto es que hoy el mercado está desabastecido de papel higiénico, y eso obliga a correr detrás de la materia prima, que la mayoría de las veces llega con demasiada demora, lo cual nos pone contra reloj para cumplir de algún modo con nuestros clientes.
«Muchas veces el retraso es incluso de las propias navieras, porque ese producto semielaborado procede de lugares muy distantes, y eso conlleva realizar no pocos trasbordos hasta llegar al Mariel.
«Desde allí hasta Prosa es también otro eslabón que no deja de ser importante, y que en ocasiones falla. Como alternativa apostamos por el traslado del producto en tren; vía más económica que, sin embargo, no siempre sale bien».
Al momento de la entrevista llevaban más de 15 días esperando por cinco contenedores «embotellados» en Jovellanos, debido a problemas con la locomotora. «Esa tardanza entorpece nuestros compromisos con los clientes», explica.
Sostuvo que, en atención a esos inconvenientes con el transporte ferroviario, buscarían una opción para garantizar el traslado de otros 19 contenedores.
ESTRATEGIAS QUE NO CONVENCEN
Lo que pasa en el área donde se elaboran las servilletas sirve para ilustrar el compromiso de los más de 200 trabajadores de Prosa y su disposición de aprovechar el tiempo al máximo.
La inestabilidad con la materia prima es lo que le pone los pelos de punta a la gente, pues eso implica fallas en el flujo de producción y paradas productivas; y, por tanto, interrupciones y afectación al salario, dice Norberto Castellanos, jefe del taller. «No se recoge la nacional y tampoco importamos», dijo.
Por lo demás, aquí no existe el menor problema y hay buen ambiente de trabajo, anotó, luego de observar que lleva más de 15 años en la empresa y empezó como un simple obrero.
Lo que no entienden tanto él como David Magaña, Pablo Cabeza y Noel Domínguez, operarios de la planta, es que «no aparezca el financiamiento para nosotros y, sin embargo, hay entidades que importan el producto terminado, que les sale mucho más caro que si se lo compraran a Prosa», comentó el experimentado trabajador.
Al reflexionar sobre este tema, Manolo González García, el director, insistió en que es saludable comprender que la razón de ser de Prosa es sustituir importaciones al país. Siempre será más económico fabricarlo aquí, dilucidó.
Subrayó que, cuando determinada entidad compra un contenedor de productos terminados, la fábrica cardenense es capaz de adquirir uno semielaborado, por un precio mucho menor, y con ganancias para todos. «Deberían valorarse mejor esas estrategias y revertirlas por el bien del país».
(Por: Ventura de Jesús/Granma)
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