Desde que la leche sale de la ubre de la vaca y cae en la cantina del productor, hasta que llega a la industria láctea, van surgiendo innumerables escollos en el camino como si de un salidero se tratara, que incluso pueden provocar que después de un considerable gasto de combustible un camión recolector llegué al Ecil sin una pizca de este producto alimenticio.
Para taponear esos «salideros» que propicia el descontrol las máximas autoridades de la provincia crearon una estrategia que posibilite encontrar los litros escurridos que debieran alimentar a los niños y embarazadas yumurinas.
Como muestra de los primeros resultados concretos en la búsqueda del líquido perdido, el delegado de la agricultura en Matanzas, Carlos Luis Naranjo, se comunicó mediante videollamada desde el municipio Limonar con la sala del gobierno provincial para informarle a los presentes en la plenaria, que tras un análisis serio a pie de surco se lograron rescatar 2000 litros que bien pueden paliar la escasez del producto.
Para la misión no se necesitó de una varita mágica, sino más control y contactar con los productores en su espacio natural, donde muchas veces ocurren situaciones que obstaculizan el libre tránsito desde la vaquería a la industria.
Entre los problemas detectados por la visita integral que recorriera Limonar emergieron la fabricación de queso sin la debida autorización, indisciplinas en el recorrido de las rutas de los camiones del Ecil, y descontrol en los termos de recepción.
Como ejemplo se citó que el día de una visita de funcionarios del gobierno a uno de estos centros de acopio la cantidad almacenada creció en 200 litros, lo que demuestra que el descontrol permite que el líquido se escurra para aparecer luego a precios desorbitantes o transformado en queso, sin un destino preciso.
Susely Morfa, primera secretario del PCC en Matanzas definió la tarea de incrementar los niveles de leche como un asunto de máxima prioridad, para lo que exhortó a un mayor control y efectividad del proceso.
Por su parte el gobernador de la provincia, Mario Sabines, llamó a una especie de refundación del acopio de la leche donde se debe revisar cada aspecto negativo que entorpezca el arribo a las bodegas de un alimento tan necesario para los niños y embarazadas.
Desde los municipios se crearon varios grupos integrales compuestos por diversos sectores que contactarán con los tenentes de vacas para incrementar el acopio, así como velar que la leche llegue a su destino definitivo: la industria láctea.