Caudales de un Humedal

En los diversos bosques del gran humedal, un grupo de ingenieros se prepara para la próxima temporada primaveral. Estos ingenieros del bosque no tienen descanso y no existe un momento en el que no se haga sentir el sonido que provocan al cavar intensamente y eliminar todo objeto indeseado en las áreas de trabajo. Aún el invierno recién se muestra, las hojas de algunos árboles se tornan amarillas y la sequía se hace sentir sobre la superficie boscosa, pero eso no representa un obstáculo cuando de preparar el terreno para su gran comunidad se trata. Ellos, los pájaros carpinteros, con sus afilados picos y elegancia característica, cada mañana, día tras día y después de sus conocidos rituales como la emisión de cantos, sonidos de percusión y acicalamiento, emprenden  vuelo hacia lo que serán sus nuevos sitios de cría.

La Ciénaga de Zapata alberga las cinco especies existentes en el archipiélago de Cuba y no es difícil observarlos en espacios relativamente abiertos como bordes de sabanas y bosques o en la confluencia de ambos, lo que los científicos o estudiosos llaman ecotono.Es un privilegio para los que acá vivimos poder disfrutar de estos animalitos que tienen bien ganado el atributo de ingenieros de los bosques. Las oquedades que crean con el fin de reproducirse, sirven a numerosas especies de aves endémicas o residentes e inclusive se han reportado la presencia de mamíferos como murciélagos que han ocupado estos espacios una vez que los afamados trabajadores han concluido su ciclo reproductivo.

La disputa por el sustrato es otra de las grandes batallas que tienen estos bellos animales, pues otras especies no constructoras y oportunistas, una vez que la primavera llega atacan constantemente a los esmerados carpinteros que no abandonan su empresa a pesar de la agresividad de sus inquilinos. Las cotorras son uno de los tantos enemigos que atacan sin cesar, pero entre ellos mismo existe competencia cuando el sustrato no es suficiente. En este grupo destacan los carpinteros jabados-los más agresivos-, los churrosos y verdes –nuestros endémicos, le siguen el escapulario y el carpintero de paso; todos ellos de una extrema belleza e importantes para la dinámica de bosque pues además, contribuyen sobremanera a la formación de suelos, dispersión de semillas y hasta la polinización de los bosques.

Una tendencia de estos tiempos lo es la destrucción de sus espacios vitales para la reproducción. Cada vez más las personas aceleran su desaparición con acciones inapropiadas o malas prácticas que resultan amenazas para este grupo de aves.Una de ellas lo constituye la ganadería en áreas claves para la reproducción, así como el derribo de muchas palmas o árboles secos que les sirven de soporte o la caza desmedida sin ningún fin más que la satisfacción cruel y desmedida de algunos.Afortunadamente el turismo de naturaleza como el ecoturismo han propiciado que familias enteras se comiencen a preocupar por la preservación de estas especies puesto que en gran medida su presencia constituye un incentivo económico para los pobladores aunque a grandes rasgos, las políticas de gobierno territorial aún necesitan enfocarse en la verdadera y única riqueza que posee el humedal , que es su naturaleza y entre ella estos  pequeños son clave para el equilibrio de los diversos ecosistemas junto al hombre con su rol trasformador de su realidad circundante.

(Por: Lic. Yoandy Bonachea Luis)

Lea también:



Recomendado para usted

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *