El pasado 30 de diciembre de 2022 a las 5:00 p. m. reabrió el Puente de Canímar, ubicado en el kilómetro 119 de la Carretera Central. Fueron necesarios tres meses de trabajo continuo por parte de los obreros de la Cooperativa No Agropecuaria Sancof, quienes tuvieron en contra los constantes aguaceros y el déficit eléctrico.
La reapertura de la estructura ha propiciado bulos en redes sociales, que afirman que el trabajo realizado fue deficiente, que las obras se quedaron a medias o bien por falta de recursos o ante la premura de abrir la vía para año nuevo; incluso, los más alarmistas hacen un llamado a mantener el uso del desvío por Ibarra, ya que el mantenimiento fue todo un “paripé”.
La mayor parte de estas teorías conspiranoicas se deben al hecho de que la reapertura fue anunciada para el día 24 de diciembre, pero finalmente se llevó a cabo seis días más tarde.
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Reynaldo Hernández Rodríguez, director de Vialidad en Matanzas, confirmó que después del sandblasting o granallado del metal se hizo visible un grupo de objetos de obra que aumentaban el alcance del trabajo a realizar, pero que tras la rigurosa inspección y prueba de carga efectuada por la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas se decretó la apertura del puente.
Miguel A. Paz Chil, presidente de la Cooperativa, comentó que el cronograma de ejecución incluyó, entre las acciones principales, el cambio de los 14 elementos montantes que conforman su estructura superior; se sustituyeron seis vigas secundarias, se repararon dos de los arriostres horizontales y se reemplazaron otros cuatro; se limpiaron y mejoraron los 12 puntos de apoyo del puente.
Agregó que aún se trabaja en la parte inferior para solucionar los daños encontrados, pero que las obras no impiden el funcionamiento de la estructura ni obstaculizan la circulación vehicular.
Como mismo reconocimos que el cierre fue tardío, al igual que las medidas para restringir y luego prohibir el tránsito, agradecemos que los organismos responsables se hayan tomado su tiempo para reabrir la vía.
Los obreros trabajaron bastante en condiciones bien difíciles, y los organismos vinculados al mantenimiento realizaron todas las pruebas necesarias para priorizar la seguridad de las personas por encima de todo, que fue lo exigido desde el primer momento.
Despojémonos de toda paranoia posible y agradezcamos que al fin podemos olvidar el molesto desvío de 13 km, que conecta Ibarra con Caoba, pasando por Triunvirato, el cual nos vimos obligados a tomar como ruta alternativa mientras duró el mantenimiento.
El tema pendiente es velar por que los transportistas particulares bajen los precios a las cifras habituales antes de que cerraran el puente, y recomendamos a la Dirección Provincial de Transporte y a las autoridades que presten atención en este sentido.
