Un numeroso grupo de trabajadores del sector eléctrico de Matanzas, Cienfuegos, Artemisa y Mayabeque, así como de la Unidad de Izaje Cubiza, participantes en labores de recuperación en la Zona Industrial de Matanzas, dañada por el fuego en agosto último, fueron reconocidos en el acto efectuado la mañana de este viernes en Planta Martí, aledaña a la División Territorial Comercializadora de Combustibles, escenario del incendio.
A pocos días de cumplirse un mes del suceso y vivir momentos de gran impacto el pueblo cubano y, en particular, el de Matanzas; estos hombres y mujeres cumplieron a tiempo y en forma la misión encomendada desde el momento en que comenzó el lamentable y doloroso acontecimiento. Muchos de ellos, desde los primeros momentos, sobre todo los anfitriones, prestaron servicio de alumbrado en el lugar de los hechos.
Participaron linieros y especialistas de las brigadas de líneas de 110 kV y 33 kV y menores, así como las de subestaciones, junto al personal de apoyo, quienes en general se dedicaron con ahínco a la solución de todas las afectaciones en el menor tiempo posible.
Los de Mayabeque, Cienfuegos, Cubiza y Mariel de manera altruista demostraron una vez más que en la unidad está la verdadera fuerza, y libraron junto a los matanceros una batalla importante para esta provincia y el país sin descanso, de comienzo a fin, alejados de la familia, entregado con denuedo al llamado de la máxima dirección del Partido y el Gobierno en el país.
Autoridades del Partido, del Gobierno y el Sindicato entregaron reconocimientos morales y materiales a los agasajados, quienes agradecieron el gesto y ratificaron la disposición de consagrarse a cualquier misión que se les asigne, por lo que prevalen las palabras del Maestro cuando escribió: “El corazón virtuoso se enciende con el reconocimiento”.
Para Jorge Alejandro Rodríguez Azpeitía, Felipe Hernández García, Alexis Arzuaga Calzada, Raúl Vázquez Carrillo y María del Carmen Cartaya Portillo, como para sus compañeros, resultó un día especial en el que constaron otro de los legados del Maestro: “Cuando el alma, noble y emprendedora, entrega con valor cuanto de humano tiene por el bien de todos, su obra es imperecedera”.
