El incendio en la Base de Supertanqueros en Matanzas quizá sea uno de los acontecimientos más mediáticos ocurridos en Cuba en los últimos años. El incidente generó una gran cantidad de información. Los que gustan del caos quisieron tergiversar y confundir y utilizar el horror y la tristeza como cebo, como trampolín. Por ello, la labor de los periodistas, como comunicadores fidedignos y constantes, se transformó en una tarea necesaria para una ciudad y un país que encontraba un rajón negro en un cielo azul.
Extinguido el fuego, aún con mucho dolor por los que no regresaron de él, resultaba necesario cotejar las experiencias de los diferentes reporteros que participaron en la cobertura del suceso. Con este objetivo, la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) de Matanzas, en su casa social, este martes 30 de agosto realizó el coloquio Comunicación en tiempos de crisis: análisis y debate de experiencias durante el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas.
Con la presencia de profesionales, tanto de los medios provinciales como nacionales, se compartieron relatos relacionados con esos intensos días y se abordaron las estrategias comunicativas utilizadas según cada formato: la televisión, la radio y la prensa plana; además, la matriz en la que cada uno de ellos converge, las redes sociales.
Intervinieron durante el coloquio los primeros periodistas que estuvieron en el lugar de los hechos, cuando aún no se sospechaba cuánto daño iba a provocar un relámpago extraviado. También hablaron los tres lesionados del gremio, esos que llevaran en su cuerpo, porque todos lo cargaremos un poco en la memoria, las cicatrices de esas jornadas.
En un diálogo, con algo de catarsis y mucho de análisis comunicológico, diferentes periodistas ofrecieron una valoración del trabajo de la institución en que laboran y del colectivo. Cada uno de ellos coincidió en que entre lo resaltable de la cobertura, además de la prontitud y la constancia, se encuentra la manera en que los medios se imbricaron, los unos con los otros, para que no existieran ni fake news ni ruidos en la trasmisión de la información.
Asimismo, se aprovechó el momento para inaugurar la exposición fotográfica Memorias del fuego. Esta, que estará abierta al público durante un mes en la casa social de la Upec, es una relatoría gráfica de las diferentes fases del siniestro: la primera noche fatídica, el arduo esfuerzo para controlarlo y luego apagarlo, hasta las honras fúnebres realizadas en honor a los caídos en el deber. En la muestra hay instantáneas de camarógrafos y fotorreporteros de los diferentes medios matanceros y de colaboradores que se ofrecieron como voluntarios para testimoniar el fuego y el humo.
Aún queda mucho por decir sobre los hechos relacionados con el incendio, desde todos los ángulos y enfoques; sin embargo, el coloquio realizado en la Upec constituye un diálogo valioso. Las vivencias cuando se comparten se transforman en historias y la principal labor de los periodistas es esa: contar historias que informen y, a la vez, estremezcan.