Dolor, dolor y dolor
En Matanzas se respira
Y más que el humo se estira
El llanto a su alrededor.
Una columna de horror
Pinta las nubes de duelo,
No hay en el pueblo pañuelo
Para calmar estas horas
De angustias aterradoras
Y de cruces en el cielo.
Sangro por cada bombero,
Sufro por cada quemado.
El dolor multiplicado
Es llanto de un pueblo entero.
Siento como matancero
Mis venas estremecidas
Viendo que se pierden vidas,
Que contagian las sirenas
Y que están entre las penas
Almas desaparecidas.
Pero me sumo al valor
De todos los rescatistas
Y de los especialistas.
(Más coraje que temblor)
Todos somos al calor
Del sentir que se agiganta,
Un bombero que se planta
Frente a los ojos del fuego
Hasta que se quede ciego
El humo que se levanta.
Hay llanto, sudor, entrega,
Hay compromiso y coraje
Y como aliento el mensaje
De los amigos nos llega.
El pueblo en luto navega
Pero con las esperanzas
De que se le pongan mansas
Las alas negras al cielo
Frente al valor, el desvelo
Y la fuerza de Matanzas.
Por Orismay Hernández Ramírez
Lea también: Matanzas: Visiones de una ciudad ensombrecida
