Premio White a Alejandro Falcón, una gala inolvidable

Premio White a Alejandro Falcón, una gala inolvidable
Premio White a Alejandro Falcón, una gala inolvidable

Cuando la música es escrita e interpretada por un alma noble y agradecida, cobra una dimensión inalcanzable.

En días recientes tuvimos el privilegio de volver a escuchar a Alejandro Falcón en la Sala White, en donde le fue entregado el Premio White por la obra de toda la vida. Muy emocionante fueron sus palabras donde agradeció a Matanzas, a sus maestros, a su familia, con la humildad que le caracteriza.

A pesar de estar convaleciente de la arbovirosis chikungunya, que ha dejado a muchos con dolores y dificultades para mover partes del cuerpo, Alejandro interpretó magistralmente dos obras intensas. La primera, dedicada a Shangó, con una factura exquisita, evoca sus cantos ancestrales y su toque de tambor. Este día, justamente el 4 de diciembre, se celebra esta deidad, Santa Bárbara, para la iglesia católica. A seguidas, un danzón para Matanzas cobró vida, justo en el lugar donde se bailó la primera pieza de este género.

Premio White a Alejandro Falcón, una gala inolvidable

A continuación, ejecutó dos obras junto a los inmensos Muñequitos de Matanzas. Estos, renovados con mucha juventud heredera de las raíces de la rumba, en mi opinión están en un excelente momento profesional.

Ana, cantante de la multipremiada agrupación, fue galardonada con el premio La Bella Cubana; merecido reconocimiento a una de las voces más características de este género, con una vida al servicio de la Cultura.

La obra de Falcón se caracteriza por complejas armonías y una rítmica muy cubana, permeada de elementos jazzísticos, hermosos giros armónicos y una melodía emotiva.

En su vasta creación pianística, con su indiscutible aporte a la pedagogía, se incluyen piezas para los infantes, con una visión progresiva en cuanto a dificultades técnico-expresivas. Es el autor del programa de estudios de Música Popular que se aplica en todas las escuelas de arte de Cuba.

Ha resultado ganador en varias ocasiones del premio Cubadisco, así como de otras importantes condecoraciones. Embajador de nuestra música en el mundo, seduce por su virtuosismo y la utilización de células rítmicas del danzón y otros géneros de la música cubana, dimensionándolos a otro nivel estético y sintetizándolos con el latin jazz.

Durante la gala, su obra Caribeña fue versionada a cuatro manos por Yisel Rubio y Lisandra Pérez Mayo, con todas sus luces y cadencia. Estas excelentes pianistas son parte de la agrupación matancera D’Cámara, que cada día se vuelve más sólida y necesaria.

Premio White a Alejandro Falcón, una gala inolvidable

Asimismo, allí se pudo disfrutar del histrionismo de Vanesa Herrera, directora del conjunto, durante la interpretación de las deliciosas Danzas Melopeas, de Ignacio Cervantes; y junto a la virtuosa clarinetista Yoleidys Valderramas se escuchó Quirino con su tres, música de Eliseo Grenet y texto de Nicolás Guillén.

Como nos tiene acostumbrados D´Cámara, por su dedicación y talento, terminó siendo ovacionada por un público agradecido.

Además de lo ya mencionado, la gala toda contó con presentaciones de un alto nivel, desde su mismísima apertura, con La bella cubana, de José White, interpretada por Irina Madrazo, flautista solista de la Orquesta Sinfónica de Matanzas (OSM), junto a quien escribe esta reseña, Mary Horta. Esta obra ha sido versionada en disímiles ocasiones y es una de las más bellas del siglo XIX.

Olga Emilia Blanco cantó tres hermosos temas de la cancionística cubana. Con buen gusto, una voz dulce y dúctil, mostró un momento de belleza indiscutible, una caricia dentro del espectáculo.

Como expresé al inicio de estas líneas, Los Muñequitos junto a Alejandro Falcón finalizaron la actividad de una forma apoteósica; todos bailamos al compás de sus vigorosos ritmos. El público interactuó con ellos. El ganador del programa Para Bailar irrumpió en la escena y echó sus pasillos con ellos. Como decimos en la Música cuando algo suena muy bien: Los Muñequitos de Matanzas están »Trabaos». Dejaron bien en alto su calidad y el nombre que los ha hecho famosos en todo el mundo; sin dudas, la mejor agrupación folclórica de Cuba. Ganadores también de premios Cubadisco, Granmys Latino (2001), en la Sala White de Matanzas un público enardecido los vitoreó durante varios minutos en una ovación cerrada.

Todo el espectáculo fue dirigido por Alfonso Llorens, vicepresidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en Matanzas, quien se caracteriza por su arduo trabajo y defensa de la música cubana.

Hace años viene aglutinando talento y asumiendo la dirección de esta gala de los premios White y La Bella Cubana. Gracias a todos los participantes, las instituciones premiadas, la OSM, Los Muñequitos, Casino Bellamar, y a la intérprete y directora de la Sala White y directora del Centro de la Música y los espectáculos Olga Emilia Blanco.

Estuvieron presentes autoridades de la Cultura, de la UNEAC y del PCC.

A pesar de toda la situación epidemiológica que ha marcado este período, en la Sala White se vivió una tarde memorable. La música salva en todo momento. Quien ama la música ama la vida.

(Por: María de los Ángeles Horta)

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