El CONTRA, el juego a dos mandos por excelencia de la Super Nintendo. Un título que forjó amistades y generó acaloradas discusiones a partes iguales, y que definió el género de disparos shoot ‘em up de desplazamiento lateral.
En la década del noventa, franquicias de películas como Rambo y Depredador, eran ampliamente populares. Pues en CONTRA decidieron introducir todas las referencias posibles al cine de acción de la época.
Esto dio como resultado un videojuego de tiros donde hay robots gigantes, alienígenas, una organización secreta malvada con referencias a los nazis y por alguna razón una tortuga compuesta por cerebros. Nuestra dupla de protagonistas deberá dispararle a todo lo que se mueva mientras van sorteando ríos de lava y lásers mortales, dando volteretas en el aire.
Según los materiales promocionales japoneses originales, CONTRA se desarrolla en el futuro lejano del año 2633 d. C., donde la malvada Organización Red Falcon ha establecido una base en el ficticio archipiélago de Galuga, cerca de Nueva Zelanda, en un complot para acabar con la humanidad.
Dos comandos, Bill Rizer y Lance Bean, de la unidad Contra de la Earth Marine Corp, son enviados a la isla para destruir a las fuerzas enemigas y descubrir la verdadera naturaleza de la entidad alienígena que las controla. Vamos, que se notaban que los nipones querían vender bien el juego en Estados Unidos.
Aún así, en la versión occidental se cambió la región al Amazonas y la trama en vez de suceder en el futuro, se desarrolla en los años cincuenta del siglo XX. La organización alienígena fue renombrada Red Falcon (halcón rojo), debido a las políticas de Nintendo de referentes a temas de violencia. Finalmente, los nombres de los comandos fueron cambiados a Mad Dog (perro loco) y Scorpion (escorpión).
La saga ya acumula la impresionante cifra de quince juegos, desde su salida en 1987 hasta el “Contra: Operation Galuga” estrenado en 2024. Pero en los años del dos mil y pico, en Cuba, disfrutamos para la Super Nintendo de sus tres primeras entregas.
Si hay algo que nos enseñó este título, es que jugar a dos mandos es más divertido y que no necesariamente reduce la dificultad. Dos jugadores requerían una mayor coordinación y una mejor administración de las habilidades especiales, además de mucha paciencia.
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