El 13 de junio de 2025 comenzó el Mundial de Clubes de la FIFA en Estados Unidos, un nuevo torneo que reúne a los principales equipos de las cinco confederaciones de fútbol (UEFA, CONMEBOL, CONCACAF, CAF y AFC). Dicho evento estrena un nuevo formato, lo que ha generado múltiples debates entre periodistas, presidentes de clubes, entrenadores y hasta los propios futbolistas.
Este polémico organigrama estaba pactado para desarrollarse desde el año 2021 pero debido a la pandemia global de COVID-19 fue postergada la decisión. En 2024, la FIFA anunció oficialmente el nuevo formato del Mundial, pasando de ocho a 32 los equipos invitados, los cuales serían escogidos de acuerdo al ranking que ocupan en sus confederaciones y a los títulos internacionales que hayan ganado recientemente.
Aquí es donde llega la primera interrogante. Muchos se preguntan por qué Barcelona, Napoli y Liverpool, campeones de sus respectivas ligas este año, no fueron seleccionados para participar en el torneo, lo cual evidencia que las posiciones en los diferentes rankings fueron más tomadas en cuenta que los trofeos ganados por los equipos.
Otros debates sobre el campeonato indagan sobre el calendario en el que se desarrollan los partidos. En el antiguo formato el Mundial se desarrollaba en el mes de diciembre y duraba solo cinco partidos, en los que solamente los equipos campeones de las copas continentales participaban. Ahora, con 32 equipos, la cantidad de partidos es mayor, lo cual afecta sobre todo a los equipos europeos, cuyos jugadores vienen con el cansancio de toda una temporada cargada de partidos, tanto de clubes como de selecciones.
También se genera gran polémica por la recompensación que trae consigo este Mundial. La FIFA ha confirmado que repartirá un total de 1 000 millones de dólares entre todos los clubes clasificados, una cifra sin precedentes que ha llamado la atención del mundo del fútbol. Del total, la mitad estarán destinados a premiar a simplemente la participación, mientras que el resto será para premiar el desempeño de los equipos. Dichos premios financieros varían según la procedencia, lo que significa que los equipos europeos y sudamericanos ganarían más que los representantes a Concacaf, África y Asia.
Estos incentivos económicos servirán de motivación para los equipos participantes, pues la mayoría de ellos se encuentran en medio del mercado de fichajes, con lo cual avanzar de fase significaría un buen abono para sus arcas, y con ese dinero podrían fichar a un jugador importante para reforzar sus plantillas de cara a la próxima temporada.
Una vez comenzado el Mundial, me llamó mucho la atención la diferencia entre las asistencias de aficionados a los estadios. Los equipos europeos apenas tenían a sus fanáticos apoyándolos desde la grada, mientras que los equipos sudamericanos colmaron los asientos con su hinchada los 90 minutos del encuentro. Esto no es más que la diferencia en la manera de entender el fútbol entre Latinoamérica y el Viejo Continente.
Además, en este Mundial, las sorpresas no se han hecho esperar. Los equipos europeos no han mostrado el poderío que se esperaba de ellos, lo cual fue aprovechado por los equipos sudamericanos e incluso de otras latitudes. De hecho, equipos como el Porto portugués y el español Atlético de Madrid resultaron inesperadamente eliminados en fase de grupos.
En 2029 tendrá lugar la próxima cita mundialista de clubes. Veremos cómo se desarrolla el planeta fútbol de cara a los próximos cuatro años, puesto que en esta década hemos sido testigos de cambios y transformaciones en este muy popular deporte. (Por José Carlos Argotte Rosales, estudiante de periodismo/Edición web: Miguel Márquez Díaz)
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