
Entre las deficiencias y avances evaluados por el Ministro de Transporte Eduardo Rodríguez Dávila en su más reciente visita a Matanzas, destaca un tema de especial interés para la población: la rehabilitación del tren y la estación de Hershey, protagonistas de una ruta indispensable para la transportación pública La Habana-Matanzas y el desarrollo económico y social de 46 comunidades rurales.
Al respecto, el funcionario anunció el alistamiento de un ferrobús por parte de la Empresa Provincial de Transporte; noticia confirmada a Girón por Ramón Rodríguez Zamora, director adjunto de la misma, quien agrega que aún no está apto técnicamente, por lo que deben esperar a que esté listo para efectuar la prueba ferroviaria.

En lo referente a la estación Matanzas del histórico tren de Hershey, el ministro avizoró un proyecto de restauración impulsado a partir del Fondo para el Desarrollo del Transporte Público, sobre el cual el ingeniero René Peña García, director adjunto de la Unión de Ferrocarriles de Cuba en Matanzas, ofrece los pormenores:
“Tenemos planificado restaurar la estación para su uso en la transportación de personas, además de con fines turísticos y culturales mediante la exposición de la historia del ferrocarril eléctrico.

“En una primera etapa rescataremos el valor patrimonial del inmueble, conjugando historia con funcionalidad operacional para luego fomentar, cuando las condiciones lo permitan, la transportación de pasajeros con equipos de tracción Diésel que resolverán por fin el problema de las comunidades que se conectaban solo mediante el tren eléctrico”.
Resulta redundante enfatizar la importancia económica, social, histórica y cultural del tren de Hershey para Matanzas, La Habana y los poblados y caseríos que lo acompañan a lo largo de su ruta. El cese de sus servicios en 2017 y la desidia a la que quedaron relegadas sus vías y estaciones da al traste con el bienestar de cientos de familias, por lo que su rehabilitación se hace cada día más necesaria.
