Campeón en Rusia, titular en Varadero

Campeón en Rusia, titular en Varadero

Adolis Aguilar Reyes nació siendo un campeón. Con esa actitud impone sus propias marcas en el tatami del trabajo, en el ring de la entrega, en la cancha de la consagración, dice con la misma seguridad y rapidez con la que se bate con cualquiera colocando losas en una meseta de la cocina, en un baño, donde haga falta.

A la Brigada de Construcción de Obras de Arquitectura (BCOA 47) pertenece este holguinero, hace 18 años ligado a la edificación de hoteles en Varadero, la plaza inversionista más relevante del país, el sitio del aprendizaje, de “hacer siempre bien mi trabajo, para que quede excelente desde la primera vez”.

La concepción se fraguó en él para no abandonarlo jamás.

“No soy de los que llegan a una obra y se ponen a dar vueltas. No me gusta perder el tiempo. Lo mío es darlo todo sin reservas, no guardarme nada. Dejar la piel en el terreno…”.

Quizás por eso siempre sobrecumple la norma de enchape de 10 metros (m), subiendo una y otra vez la varilla como buen pertiguista a 12, 20, 22, 30 m. “¡He llegado a 50 m en el día!”, una cantidad ya habitual para Adolis, destreza que lo ayudó a ganar una competencia de enchape en Rusia, nación donde se impuso a 54 concursantes.

Con un récord así, es lógico sea del destacamento de Maestros de la Construcción, la fuerza de elite que integra hace 12 años, el movimiento creado en el año 2005 en Varadero, exponente de ejemplaridad, profesionalidad, calidad en las ejecuciones y obligada transmisión de conocimientos.

«Yo mismo he formado a más de 50 operarios. Los últimos cuatro son de hace muy poco». Eso sí, lamenta, el éxodo de algunos, luego de prepararlos. «No se trata solo del dinero invertido, sino de la pérdida de tiempo preparándolos para que después nos dejen colgados de la brocha. Es cierto que se marchan por mejoría, pero el que brinca y brinca no aprende mucho”.

Adolis confiesa que en su caso, ni siquiera ha valorado la posibilidad de irse de la BCOA 47.

«Ofertas no me han faltado, pero a mí no me interesa. Lo aseguro. Eso nunca ha pasado por mi mente. Me siento muy satisfecho donde estoy. Allí me valoran me desempeño, me respetan, me estiman. Eso vale mucho, al menos para mí”.

Si algo lo distingue es su versatilidad como operario. En la construcción, lo mismo puede emplearse en las especialistas de albañilería, que en perfilería, masilla, pintura. Sin embargo, «nada disfruto más que convertir en obras de arte, pisos de viviendas, mesetas, baños… Enchapar es mi pasión».

En decenas de hoteles ha quedado su impronta. Princesa del Mar e Iberostar Bellavista son dos de sus instalaciones preferidas en cuanto a su diseño y arquitectura.

«Parte de mi aprendizaje lo agradezco mucho a las enseñanzas de los franceses de la Asociación Económica Internacional Arcos-BBI. No solo trajeron tecnología, también conocimientos».

Campeón en Rusia, titular en Varadero

Por su histórico comportamiento, el compromiso demostrado hacia la BCOA 47, el gusto con que hace lo suyo, Adolis fue condecorado con la medalla Jesús Menéndez, «un estímulo que honraré siempre y que me inspira a seguir siendo un campeón en el trabajo», dijo instantes después de recibir dicho mérito.

Adolis se considera un campeón del trabajo. Ese es su tatami, su cuadrilátero. Ahí conecta sus mejores golpes.


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Sobre el autor: Trabajadores

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