
«Para cada uno de nosotros, individualmente, la consigna es: ¡Patria o Muerte!, pero para el pueblo, que a la larga saldrá victorioso, la consigna es: ¡Venceremos!, así lo expresó el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, el 7 de junio de 1960.
La frase que aún mantiene toda su vigencia la pronunció Fidel en la clausura del I Congreso de la Federación Nacional de los Trabajadores de Barberías y Peluquerías.
A solo un año y meses del triunfo del primero de enero de 1959, el entonces primer ministro aseveró: “Ustedes tienen la tarea de mantener constantemente la lucha en la calle, porque lo único que no se puede hacer en una revolución, como en una guerra, es dejar de contestar el fuego del enemigo”.
El Comandante en Jefe aseguró: “¡Esta generación no será la generación blanda que se deje arrebatar de sus manos la cosecha! ¡Esta generación no será la generación que se deje arrebatar de su mano las banderas triunfantes! ¡Esta generación no será una generación que entregue a la ambición extranjera la posesión de su tierra y de su soberanía!”.

Con anterioridad, el 5 de marzo de 1960, Fidel enunció la primera parte de la histórica consigna durante la despedida de duelo de las víctimas del sabotaje al vapor francés La Coubre, surto en el puerto de La Habana.
Ante una enardecida y combativa manifestación, el líder revolucionario apuntó: “Y no solo sabremos resistir cualquier agresión, sino que sabremos vencer cualquier agresión, y que nuevamente no tendremos otra disyuntiva que aquella conque iniciamos la lucha revolucionaria: la de la libertad o la muerte.
Solo que ahora libertad quiere decir algo más, libertad quiere decir Patria, y la disyuntiva nuestra será ¡Patria o Muerte!”.
En esos días, la Comisión Interamericana de Paz abrió un expediente contra la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, en República Dominicana, y se proponía aplicar el mismo procedimiento contra Cuba con el pretexto de violación de derechos humanos.
Ante la posibilidad de una invasión militar, Fidel advirtió: “El país se va a defender, y no solo se va a defender, ¡sino que el país va a derrotar cualquier agresión armada!”.

En el memorable discurso agregó: “¡Esta trinchera se mantendrá firme e invencible! porque los que estamos en ella, los que tenemos el privilegio de estar en esa trinchera, no la perderemos; los que tenemos el privilegio de jugar este rol que Cuba está jugando en la historia de este continente sabremos estar a la altura de las circunstancias, con la seguridad de que venceremos, vencerá nuestro pueblo!
¡Cueste lo que cueste, vencerá nuestro pueblo! Porque sus hijos están decididos a defenderlo, porque sus hijos tienen el valor, el patriotismo y la unión que en una hora como esta se necesita”.
Y concluyó su discurso con la expresión ¡Venceremos!, convencido de que el pueblo estaba dispuesto a defender la obra revolucionaria hasta sus últimas consecuencias y lucharía hasta obligar al enemigo a morder el polvo de la derrota.
Hoy día como nunca antes se renueva la consigna frente a la mayor amenaza en la historia de la Revolución cubana con un gobierno estadounidense empeñado hasta lo imposible en reimponer en el país valores ajenos a su naturaleza patriótica y soberana.
La Casa Blanca de Donald Trump recrudeció el bloqueo e incorporó a Cuba en la lista de naciones patrocinadoras del terrorismo e incluso terroristas.
Esas medidas impiden el acceso del Estado cubano a fuentes de financiamiento y crédito para invertir en los sectores energético, alimentario y de transporte, entre otros que obstaculizan una mejoría en la vida de la población.
Ante esa difícil situación no queda de otra que recurrir a la consigna de ¡Patria o Muerte!, ¡Venceremos!, junto al aporte de la inteligencia, el talento y la iniciativa, basadas en las cuales en oportunidades anteriores salió airosa la Revolución cubana.