
A mediados de noviembre de 1934, se avistaba en las lomas de San Miguel de los Baños, en el actual municipio Jovellanos, una enorme criatura bípeda, un posible King Kong que sembraba terror en la comarca.
Se trataba de un gorila, al parecer evadido de uno de los tantos circos ambulantes, que ocasionalmente visitaban la localidad.
El 11 de noviembre había sido visto cerca del batey del ingenio Dolores, alimentándose de los restos cárnicos del matadero de esta fábrica de azúcar.
Avisados de inmediato, varios efectivos de la Guardia Rural salen en busca del “King Kong” tropical. Dos días después, se suman campesinos del lugar. Uno de ellos, Antonio Fernández, divisa al gran primate en la finca Elizalde: “Tenía una altura aproximada de siete pies” y “sus ojos tenían un brillo penetrante”, declaraba el lugareño.

El 16 de noviembre, se encontraron rastros de sangre, que sugerían que la fiera estaba herida; mientras eran colocadas trampas en la finca Elizalde. Roque Martínez, vecino del lugar, lo había visto en una de las cuevas de la zona.
A los efectivos de la Rural y campesinos se habían unido en la persecución del animal los mejores cazadores de la comarca. El día 21, la criatura bípeda rondaba las fincas Yince y Nueva Luisa.
Para la ocasión, habían llegado fotógrafos de varias compañías cinematográficas para ser testigos de la cacería, y hasta un estadounidense se proponía comprarlo, una vez capturado, para exhibirlo en cines y teatros.
Desconocemos si finalmente fue atrapado. A partir de la última fecha reseñada, no aparece más información en la prensa local sobre la fiera y su destino final.
En alimentar más el pánico causado por la inusual presencia del animal, contribuyó, sin duda, el estreno mundial un año antes de la primera película sobre el legendario e imaginario gigante “Kong”, que habitaba la isla Calavera junto a otras criaturas prehistóricas. Convertido en todo un clásico de la cinematografía universal, con los años, se rodarían otras versiones, hasta la última en el 2024.
No sabemos si el ejemplar fue debidamente identificado como un gorila, especie de primate viviente de mayor tamaño del mundo; y resulta significativo que lo vieran alimentándose de restos cárnicos, porque son herbívoros.
Lo cierto es que, en 1934, un “pariente” de “King Kong” vivió en los bosques y cuevas del municipio matancero de Jovellanos; mientras aterrorizaba a sus pobladores. (Edición web: Miguel Márquez Díaz)
Lea también

Postales Matanceras: Martí en la Ciénaga de Zapata
La situación geográfica y peculiaridades naturales de la Ciénaga de Zapata propiciaron que la zona fuera escogida como punto de introducción clandestina de africanos. Leer más »