
Final inedita en la Champions League
En medio de un calendario sumamente congestionado, donde las lesiones son el plato fuerte en cada partido, la felicidad de los aficionados del Inter de Milán y del París Saint-Germain no se puede opacar con nada.
Luego de vencer y convencer en sus respectivas semifinales, los dos conjuntos se alistan para llevarse la Orejona el próximo 31 de mayo, en el Allianz Arena de la ciudad alemana de Múnich.
Con un Yann Somer infranqueable, el campeón de la Liga Italia hizo añicos los sueños del FC Barcelona, y aprovechó las brechas que muchas veces deja la defensa azulgrana para marcar la diferencia en el partido de vuelta.

Lautaro Martínez, Hakan Çalhanoğlu, Francesco Acerbi y Davide Fratessi fueron hombres claves en esta victoria, en dos encuentros dignos del torneo de fútbol más importante a nivel de clubes.
“Hemos sufrido mucho, pero hicimos un trabajo de equipo increíble, contra un muy buen equipo. Ahora el objetivo es el título. Desde que comenzó esta Champions, lo que queremos, por supuesto, es ganar”, afirmó a la prensa Lautaro Martínez, capitán y primera figura del equipo, quien además contabiliza nueve puntos en el certamen.
“Desde el primer partido de esta edición y desde que perdimos la final, sabemos que somos capaces. Ahora hay una gran oportunidad de pasar a la historia del club, pero primero tenemos la liga y después pensaremos en la final”.
Según datos de publicaciones especializadas en una campaña sólida del equipo de Simone Inzaghi en la presente edición de la Uefa Champions League, logró esta estadística que es difícil encontrar en la historia: disputó 14 partidos y más de 1.300 minutos, pero solamente estuvo por debajo en el marcador durante 16 minutos. En ese contexto, perdió solo el 1 % del tiempo jugado.
¿LA MALDICIÓN DE MBAPPÉ?
Muchos afirman que, tras la salida de Kylian Mbappé, el París Saint-Germain ha podido tomar el rumbo que Luis Enrique le quiso mostrar desde su llegada, y los memes en redes sociales no se han hecho esperar.
Y es que la estrella francesa, que por varios años mantuvo en vilo a la afición del Real Madrid, por fin aceptó vestir de merengue, con el sueño explícito de discutir una final de Champions y ahora su exequipo logra el anhelo, pero ya sin él en sus filas.
Durante mucho tiempo el PSG se dedicó a gastar impresionantes sumas de dinero para juntar en un campo de fútbol vistiendo su chamarreta a luminarias mundialmente famosas, fórmula que jamás los llevó por el camino del triunfo, quedándose a deber en competiciones relevantes.

Hoy existe una creencia genuina entre los aficionados del PSG de que este equipo joven y vibrante por fin puede ganar la Liga de Campeones, ya sin la evidente rivalidad de los que querían brillar a toda costa.
Luis Enrique, en su estrategia de crecimiento sin favoritismos, está viendo resultados y le dio descanso a sus principales jugadores el sábado, y restando importancia a la derrota 2-1 en Estrasburgo, el segundo revés seguido del club en la Ligue 1, aunque con el título de liga ya ganado.
Esta vez hay un premio mucho mayor, pero el PSG no representa la misma amenaza sin Ousman Dembelé, que arrastra una distensión en el tendón de la corva del muslo derecho, una molestia que tiene desde la ida en semifinales.