Notas argentinas en Facundo, tradición en Matanzas

Notas argentinas en Facundo, tradición en Matanzas

Suenan otra vez melodías argentinas, las manos enérgicas, desprovistas de batuta, del maestro Facundo Maidana Sandoval, regresan para guiar a esa banda que ya es suya. Los años parecen traer regalos, entonces la Orquesta Sinfónica y la Camerata con nombre de violinista, también se enorgullecen de tenerlo. Las notas inundan Matanzas y hogares musicales abrigan nuevamente al director de orquesta enamorado de la Atenas de Cuba.

La humildad dibuja el rostro sonriente, sus ojos, reflejan esa sencillez fusionada con la pasión de entregar arte en cada paso. Ahí está, en el escenario de la Sala de Conciertos José White, como si el tiempo no transcurriera entre partituras e instrumentos. Resulta tradición en la urbe de ríos y puentes acoger al maestro y es que los apellidos Maidana Sandoval ya forman parte de la rica tradición cultural que alberga Matanzas.

Aquel viaje de vacaciones -contó el director de Pro Órgano- despertó en el corazón las ansias de crear, de regalar música y complementar tradiciones, arraigadas por su madre, a un país merecedor de toda admiración ante esa capacidad de hacer y ser a pesar de los tiempos difíciles.

«Cuando conocí Cuba, sentí que ya era parte de mi casa, de mi cultura familiar y de mi infancia, nada me era ajeno. Nunca imaginé que me encontraría personas tan buenas y músicos excelentes que me motivaron a seguir viniendo, entonces con mi visa cultural. Comencé dirigiendo la Banda hace tres años, luego se sumó la Sinfónica y esta vez dirijo la Camerata José White, formaciones totalmente distintas» expresó Maidana Sandoval.

Cada una de estas agrupaciones musicales -añadió el también organista- forman parte de una familia enorme, construida sobre la base del intercambio de conocimientos, unido además al sentimiento de pertencia experimentado por el correntino hacia las tradiciones y la idiosincrasia de la Isla, lo que permite que durante cada presentación fluya una conexión única, capaz de transmitir aquellas emociones que solo esconden las cuerdas y la madera.

«Acá me siento libre, sin pautas o requisitos específicos para crear, para hacer nuestra una pieza. El hecho de que se respire cultura libre, como me gusta llamarle, hace que genere condiciones musicales muy sentidas del cubano, del latinoamericano, donde el fuego se siente más. Esto permite que todos estén con su atención puesta en el concierto y que gracias a la música se olviden, de que son personas, por decirlo de alguna manera, que viven las situaciones propias de los seres humanos» argumentó el director de la Filarmónica Estudiantil de Corrientes.

En cada nota- expresó el técnico profesional de pianos- queda reflejado el trabajo conjunto, el esfuerzo, el amor de los músicos por su instrumento, por la más universal de las artes. Resulta el escenario espacio para brillar como un todo, expresar sentimientos desde lo personal y hasta lo colectivo, sin opacar o sobresalir uno por encima de otro, muestra de la entrega y el orgullo colectivo. «Fraternidad, igualdad y libertad, eso se respira en cada ensayo» recalcó.

La empatía- apuntó Facundo- es de los valores esenciales que deben caracterizar a una agrupación, y entregar todo en cada instante es un vehículo para apoyar, fortalecer y guiar mientras se viven al máximo las experiencias compartidas. «Todos conocemos sobre las prisas del mundo actual, no sabemos cuando será la última vez»

«Si bien son distintos públicos para las diferentes formaciones, existe un público fiel, la entrega en las presentaciones es total. Un director se da cuenta cuando las personas escuchan o no y a pesar de que el hecho de escuchar conciertos de esta categoría no es habitual, los matanceros son culturalmente conocedores del repertorio musical en grandes categorías» dijo el director invitado de la Banda Provincial de Conciertos de Matanzas.

El encuentro con los jóvenes estudiantes de las escuelas de arte de la ciudad-contó Maidana Sandoval- se convierte en un intercambio de saberes entre generaciones distintas pero iguales a su vez, donde las edades aumentan o disminuyen y florecen sueños y metas en común. La motivación crece y surge esa conexión inigualable entre los artistas de hoy y los nuevos aprendices.

«Siempre tengo curiosidad de aprendizaje, curiosidad de lo que me puedan transmitir los más jóvenes, porque ellos son los que van a decidir el mundo cuando yo sea ya un anciano, hay que saber adaptarse y ser dúctil, eso es algo que se aprende de ellos, por qué decir «están perdidos» si podemos nutrirnos de sus conocimientos y contagiarnos de las ganas de seguir trabajando y compartiendo con este grupo etario» declaró el artista argentino.

El público yumurino fue testigo por cuarta vez de la sensibilidad y la fuerza que irradian los conciertos dirigidos por el maestro. Los días 5, 12 y hoy 13 de abril abrigaron la oportunidad perfecta para llegar a la Sala White y disfrutar así de la fusión musical con raíces argentinas y cubanas a cargo de la Orquesta Sinfónica de Matanzas, la Camerata José White y la Banda Provincial de Conciertos, así como también del primer encuentro en el escenario de la Banda Infantil del Centro Kairós y este hijo adoptivo de la urbe, en la sede del centro ecuménico

Estrenos, piezas reconocidas del repertorio argentino y académico, figuran entre las propuestas que, sin dudas, llegaron al corazón. «Me gustaría que el público me recuerde tranquilo, sonriente y alegre. Me gustaría que suspiren, ese respiro, esa certeza de que caló mi música en ellos es suficiente, que quede la obra que hayamos hecho en conjunto, no soy yo Facundo, somos todos» finalizó emocionado. (Por: Flavia de los Angeles Contreras Vega)

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