Archivo Girón: Nemesia, Naborí y el poema donde habita la historia cenaguera

Archivo Girón: Nemesia, Naborí y el poema donde habita la historia cenaguera

Desde Periódico Girón seguimos compartiendo algunas de las historias que surgieron en las arenas de Playa Girón, y que, a lo largo de los años, hemos reflejado en nuestras páginas.

En esta ocasión continuamos este recorrido con la historia de ese poema del Indio Naborí que quedó para la posteridad, junto a Nemesia y sus zapaticos blancos.


“Fácil, sencillamente
sale la poesía.
Me basta con sentir
lo que mi pueblo siente,
contar lo que mi pueblo
contaría
emocionadamente”.
Jesús Orta Ruiz

El cronista tiene el don de reconstruir los sucesos. Sus palabras son una especie de resorte eterno que nos catapulta una y otra vez hacia la intimidad de los hechos, personajes, épocas.

Es como si miráramos a través de sus ojos la tensión del ambiente, el ceño fruncido o las lágrimas escurridizas; pues no se trata solo del cuerpo físico del acontecimiento, sino de las emociones que lo complementan.

¿Qué pasa entonces cuando es un poeta quien acude a la crónica? ¿Puede ser un poema el molde para conmover a un pueblo entero y eternizar una epopeya?

Cuando Naborí descubrió a Nemesia Rodríguez Montano, en medio de los recuerdos de sangre y las marcas del odio mercenario, sintió que no podría cumplir con el compromiso de contar sus vivencias desde la prosa. Esa herencia de juglar y su sensibilidad periodística lo movieron a escribir desde el principio hasta el final la emotiva Elegía de los zapaticos blancos.

“Ella me dijo frases tan conmovedoras como esta: ‘Es horrible señor, yo vi a mi madre por dentro’”, afirmaría más tarde. Quizás el poeta no imaginó que su obra estremecería décadas después la memoria de los cubanos con la misma intensidad.

Alexis Díaz Pimienta resalta el alto nivel lírico de los versos, con trasfondo histórico y carga sentimental, evitando el melodrama.

“Quedaron prendidos en la memoria en una época marcada por la sensibilidad del pueblo. Es uno de los poemas por antonomasia de la poesía popular, lo cual, sin dudas, es un logro al que aspira todo escritor”.

Naborí aprovechó al máximo las características del romance, una forma estrófica que, según diversos intelectuales, favorece la pintura de la acción y su escenario, las transiciones de lo alegre a lo triste y de ahí a lo heroico.

El propio Orta Ruiz confesaba: “Cuando se trata de grabar en la memoria de los niños y adolescentes, hombres y mujeres, sagrados nombres y gloriosas fechas, me parece sabio el empleo de la rima, la métrica, la repetición y la imagen, porque son recursos nemotécnicos poderosos”.

De esta forma se adentra en los oídos como un himno, la descripción de la Ciénaga antes y después del “sol de Fidel Castro”. Allí, tras “la blanca derrota de un pretérito descalzo”, una mañana la alegría de Nemesia amanece bajo “cien fuegos de espanto” y el velo de la muerte se escurre sobre su madre.

Sin embargo, la certeza del triunfo de la justicia nos abraza al final de la obra. Sobre “los agujereados lirios” de sus zapatos la adolescente recibe una promesa: “nada en el mundo,/—ni yanquis ni mercenarios—/apagarán en la Patria/este sol que está brillando”.

Los zapatos de Nemesia.

La historia de Nemesia nos hizo a todos parte del Humedal cenaguero y sintetizó el dolor de muchas familias, la proeza de nuestros héroes. Como expresara Rolando Pérez Betancourt, la versificación de Orta Ruiz “no era la belleza por la belleza, sino la imagen en función de un ideario político de alto vuelo conceptual”.

Cada vez que llega abril y el calendario reafirma que fue en las arenas de Girón donde el imperialismo yanqui sufrió su primera derrota, volvemos a la creación naboriana. En ella se desmorona la subvaloración de la poesía de circunstancias, porque estamos en presencia de una poesía de siempre.

Entonces, respiramos airosos, pues comprendemos que como una luz fecunda que custodia y salva, la Revolución calza los pasos de todas las niñas y niños, para que nadie ose mancillar su blancura.

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Sobre el autor: Lianet Fundora Armas

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