Por primera vez un grupo de mujeres con la gorra que identifica al equipo de béisbol de Villa Clara se distinguía entre los corredores en la prueba de los 10 kilómetros.
Las “muchachitas” de Liudmila Valdés García que integran el Grupo Octubre Rosa dijeron ¡presente! en la sexta edición del Maratón de Varadero, desafiando al cáncer y sus efectos sobre el cuerpo y la mente.
“Nos preparamos durante meses mediante una aplicación que nos señalaba la distancia, la elevación y otros parámetros esenciales a tener en cuenta, sobre todo por las limitaciones de salud.
“Fuimos incrementando la distancia y el tiempo con mucha cautela, porque estas mujeres tienen características especiales, pues han sido mastectomizadas, sus cuerpos están bajo tratamientos médicos severos e inmunodeprimidos, por lo que la preparación debe ser diferente: más calmada, pausada.
“Existen muchas vitaminas que ellas no pueden consumir, por lo que el riesgo es doble. Hay que evitar contraer una gripe, caer en una depresión o contagiarse con cualquier tipo de enfermedad que pueda empeorar su salud.
“Participar en este maratón ha sido un gran logro, una experiencia única. Vencer el cáncer las hace victoriosas y correr los 10 kilómetros también se siente espectacular.
“Durante el camino, cantamos canciones infantiles, hablamos de nuestros hijos, de las etapas duras, de que, si dos años atrás estaban sin su cabello, acostadas en una cama, hoy se encontraba en Varadero, haciendo algo que no se atreven a hacer la mayoría de las personas y, como atrevidas que somos, el año que viene queremos enfrentarnos a los 21 kilómetros.
Cada 19 de octubre se conmemora el Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama, para llamar la atención acerca de la importancia de la detección temprana, con el propósito de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos.
“Octubre Rosa surgió a partir de la necesidad de elevar la calidad de vida de las mujeres que padecen Cáncer de mama. Ellas se enfrentan a un tratamiento médico, pero después de todos esos procedimientos queda un daño psicológico, estético, físico, que debe ser vigilado también.
“Realizamos varias actividades que sirven para borrar todos esos muros u obstáculos que nos ponemos en la mente. Entre ellas, las carreras de orientación, gimnasia con una profesora y encuentros recreativos y culturales”.
Dejarse vencer no está en la filosofía de este grupo de mujeres que se despidieron de la hermosa playa matancera con el firme compromiso de regresar por mucho más el año próximo. (Edición web: Miguel Márquez Díaz)
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