La descarga de un buque con 24 000 toneladas de trigo en el muelle cercano a la unidad empresarial de base Cereales Turcios Lima, en La Habana, permitirá reiniciar la producción de harina con destino al pan de la canasta familiar normada, informó Zaily Pérez Hernández, directora comercial de la Empresa Cubana de Molinería.
De acuerdo con un reporte de la Televisión Cubana, los tres molinos de la capital comenzaron a procesar el trigo este domingo, lo cual permitirá en esta semana estabilizar la producción de la harina.
Pérez Hernández añadió que esta carga permite dar una cobertura hasta finales de marzo aproximadamente, la que se va a continuar con otro buque que está en proceso de confirmación, y que daría continuidad hasta mediados del mes de abril.
Precisó que en los días anteriores solo habían contado con la producción del molino de Cienfuegos.
Este procesador de trigo entrega alrededor de 250 toneladas diarias; sin embargo, el consumo del país para la canasta familiar normada y los consumos sociales requiere 700 toneladas.
La descarga y el reinicio de las operaciones en los molinos de forma inmediata permitirá restablecer a partir de hoy la carga de harina de trigo en todas las provincias del país, especificó la Directora Comercial de la Empresa Cubana de Molinería.
Afirmó que en estos momentos no es posible llegar con el cereal al molino de Santiago de Cuba, por lo que las tres fábricas procesadoras de trigo de la capital asumirán el suministro de la harina hacia el Occidente y el Oriente del país, incluyendo la provincia de Camagüey. El centro lo abastecerá el molino de Cienfuegos.
En cuanto al proceso de logística, Pérez Hernández destacó que cuentan con los vehículos del Ministerio de la Industria Alimentaria, así como con el apoyo del Ministerio de Transporte para lograr llegar con la harina a todos los territorios, y evitar los atrasos en las producciones.
Garantizar el trigo o la harina, más allá de la fecha prevista con cobertura por la Empresa Cubana de Molinería, depende de sortear la persecución a las operaciones financieras de Cuba, como parte de la política de bloqueo que impone el gobierno de EE. UU. a la Isla.
Cuba consume alrededor de 20 000 toneladas de harina mensuales en la elaboración del pan de la canasta familiar normada y de algunos consumos sociales, y mantiene su gramaje en 60 gramos y un costo de 75 centavos.
