El domingo 11 de abril de 1841, el circo ecuestre de míster Nathans, de Nueva York, mostraba por vez primera en Matanzas ¡una jirafa! Dos días después, el diario local La Aurora reseñaba que la exhibición del “raro animal”, efectuada en el solar del Fuego, de la Plaza de la Iglesia, en esta ciudad, había causado sensación y contado con una concurrida asistencia de espectadores.
Los horarios de exhibición fueron de 10 de la mañana a una de la tarde, de cuatro a seis, y por la noche de siete a nueve, siempre al precio de cuatro reales, excepto los niños y personas “de color”, que abonaban la mitad.
En la tarde del miércoles 14 concluyó el espectáculo, y al día siguiente el rumiante africano de pescuezo largo partió en el vapor Almendares hacia la Capital, para luego transbordar al Natchez rumbo a Nueva Orleans.