Todos quisieron hoy contar un pedazo de historia con “Tati”, en el día del último adiós al zurdo prodigio, en que una parte de los Henequeneros campeones (1989-1990, 1990-1991) acudieron a la ceremonia de honras fúnebres de Jorge Luis Valdés Berriel, en el estadio Victoria de Girón, en esta ciudad.
En una especie de despedida en el plano físico, figuras de la talla de Lázaro Junco, Fernando Sánchez, José Estrada, Wilfredo Menéndez y Lázaro Garro, entre otras, acudieron el coloso matancero, cuna de buena parte de las hazañas del mítico número 38, también para recrear algunos pasajes de la vida del tercer lanzador más exitoso en clásicos nacionales.
De Valdés se pueden decir muchas cosas, tuve la oportunidad de compartir con él durante 18 Series y puedo dar testimonio de la humildad y la nobleza que le caracterizó, era un tipo que no tenía nada para él, dispuesto siempre a ayudar, atestiguó Junco, excompañero y uno de los más excelsos jonroneros del pasatiempo criollo.
El apodado como Papá Jonrón también comentó sobre la confianza del serpentinero en sí mismo para encarar situaciones difíciles sobre la lomita de lanzar, como un día en que le dijo frente a Industriales que diera un cuadrangular para ganar aunque fuera una carrera por cero, y el slugger le cumplió con un vuelacercas en el episodio sexto.
Los primeros zapatos para jugar béisbol, marca Mizuno, me los regaló Tati cuando apenas era un chiquillo dentro de aquel equipo de Henequeneros plagado de figuras y no era raro el suceso, debido a que acostumbraba a traer pequeños obsequios a los jugadores luego de regresar de viajes con el seleccionado de Cuba, recordó Menéndez.
En el caso de Garro, quien se coronó bajo las órdenes de Gerardo “Sile” Junco en su primer año de novato, hizo alusión a los seudónimos que se ganó el oriundo de Jovellanos, entre ellos el de “el majá”, por su elasticidad poco habitual que le permitía incluso ubicar sus piernas por encima de los hombros.
Tati no tenía comparación, fuera de los terrenos era capaz de hablar y tratar a cualquier ser humano sin el más mínimo ego, puedo decir que forjamos más que una relación de amistad, un vínculo de hermanos, señaló Rigoberto Rosique, quien fungió primero como su entrenador y después como su superior en diversas etapas de la vida.
Con una hoja de servicios de 20 Series Nacionales, Valdés acumuló saldo de 234 victorias y 166 derrotas, 46 lechadas, tres mil 134 entradas lanzadas, dos mil 980 jits permitidos, mil 982 ponches, mil 024 boletos, mil 090 carreras limpias y 3.13 de promedio de efectividad.
Su actuación Internacional incluyó el oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y la participación en cuatro campeonatos mundiales, en los que siempre obtuvo el título: La Habana 1984, Holanda 1986, Italia 1988 y Edmonton 1990.
A la ceremonia de honras fúnebres asistió Mario Sabines Lorenzo, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en la provincia de Matanzas. (Texto por John Vila Acosta/Tomado de ACN/Edición web: Miguel Márquez Díaz)
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