La batalla es también de ideas
Como un documento abarcador, valiente y necesario fue calificado el informe sobre las desviaciones y tendencias negativas en la sociedad cubana actual, y la propuesta de acciones para enfrentarlas y erradicarlas, presentado en el IX Pleno del Comité Central (CC) del Partido Comunista de Cuba, en la jornada de este viernes.
El miembro del Buró Político y secretario de Organización del CC, Político Roberto Morales Ojeda, insistió en que hay que acudir al ideario de Fidel y a su liderazgo al frente del proceso de rectificación de errores y tendencias negativas (19861991); además de conducir la preparación de la militancia y de los cuadros. “No se puede defender aquello en lo que uno no cree o lo que no conoce”, recordó, y convocó a que las líneas definidas no se queden solo en los propósitos.
El texto, presentado por Marydé Fernández López, vicejefa del Departamento Ideológico del CC, fue elaborado con el aporte de las tres comisiones del Comité Central, el claustro de la Universidad del Partido Ñico López, la Presidencia de la Asamblea Nacional del Poder Popular y de 179 reuniones de diferentes estructuras del Partido. En el proceso participaron casi 5 000 personas, y se generaron más de 3 400 intervenciones, y de 1 500 propuestas.
En la valoración se asegura que las desviaciones y tendencias negativas tienen, por encima de todo, un componente económico que transversaliza los distintos ámbitos de la sociedad, con una marcada incidencia en lo ideológico. Por tanto, el reto mayor de la labor ideológica y la batalla económica es responder a los imperativos de la economía de guerra a la que está sometida la nación.
Entre los elementos expuestos se encuentran la falta de cumplimiento de la empresa estatal de su rol de motor impulsor de la economía; y la devaluación del trabajo como principal fuente de ingresos para satisfacer las necesidades básicas; así como la tendencia en cuadros y trabajadores al bajo sentido de pertenencia.
Asimismo, a pesar de que el Estado cubano es el promotor e impulsor principal del sector no estatal de la economía, el enemigo ha logrado posicionar una matriz de antagonismo; y ha faltado intercambio y comunicación oportuna en las necesarias acciones de rectificación y control para regular su funcionamiento.
Se reconoció que la confianza en la Revolución y el socialismo se ha debilitado en un conjunto significativo de personas, así como la combatividad y el uso de la crítica. También existe una limitación conceptual e ideas reducidas sobre el socialismo, sus esencias y lo que representaría para Cuba volver al capitalismo.
A la incidencia de la colonización cultural, que presenta lo extranjero como superior y opción salvadora; se suma el diseño subversivo en internet, con noticias faltas, promoción de la violencia y el vandalismo, y la articulación de operadores mediáticos y políticos de extrema derecha.
De igual forma, se recogió la ineficiente gestión de algunos cuadros, cuya gestión se encuentra marcada por el formalismo, la lentitud en las respuestas y las soluciones, la insensibilidad hacia los problemas de la gente y el burocratismo generado por la falta de vínculo y diálogo efectivo con el pueblo.
Se advierte el descenso del nivel de vida de la población; y las deficiencias en conquistas de la Revolución como la salud, la educación y la seguridad ciudadana; y crecen la indisciplina social y la actividad delictiva asociada a la marginalidad.
Entre las acciones propuestas se hallan promover espacios de debate en comunidades y centros de trabajo y estudiantiles sobre la disputa ideológica de la coyuntura actual; y realizar un amplio movimiento desde la Central de Trabajadores de Cuba para recuperar el papel del trabajo, la disciplina laboral y el aporte económico.
También fortalecer la enseñanza de la historia patria; incrementar la eficacia en la atención política al sector cultural, los artistas e intelectuales; promover desde las organizaciones de masas la participación popular en actividades productivas y de transformación comunitaria; y perfeccionar los mecanismos de control para la prevención de indisciplinas, ilegalidades y corrupción; así como formar una conciencia crítica en el consumo de información para crear un receptor activo que sepa interpretar las lógicas de la manipulación.
El historiador Elier Ramírez Cañedo precisó que es necesario implementar un sistema de indicadores que permita evaluar el avance e impacto de los programas ideológicos. “La historia que nos trajo hasta aquí es fuerza moral que nos articula”, dijo.
Yoerky Sánchez, director de Juventud Rebelde y presidente de la Comisión Ideológica del CC, refirió que el socialismo no se construye espontáneamente, sino de forma consciente, con valores que debemos formar.
En la ocasión se destacó la heroica resistencia del pueblo comprometido con preservar la identidad nacional, expresada en el deseo de salvar la Revolución y sus conquistas y en el orgullo de ser cubano; y cómo constituyen guía certera el pensamiento ético de José Martí, el legado del Comandante en Jefe Fidel Castro, y las enseñanzas del General de Ejército Raúl Castro.