El difícil acceso a los libros y sus precios exorbitantes

El difícil acceso a los libros y sus precios exorbitantes

Los temas de los precios elevados en nuestro país, la escasez de productos y los bajos salarios necesitan muchas líneas y análisis. Llevamos años viviendo al margen de lo que se puede “resolver” día a día. La alimentación y el aseo se roban el protagonismo de los gastos familiares y ya con eso es suficiente para quedarse, como se dice popularmente, con una mano atrás y la otra delante.

Sin embargo, el objetivo de mis letras toma otro rumbo, el difícil acceso a los libros y sus precios exorbitantes.Las editoriales de la Isla hacen un arduo trabajo por difundir la literatura, como es el caso de Ediciones Aldabón y Ediciones Matanzas en nuestra provincia, no obstante, resulta difícil encontrar obras trascendentales de la literatura e incluso, de algunos autores cubanos.

En las librerías estatales es complicado encontrar ediciones de clásicos de la literatura universal o nacional, incluso, muchas de estas recurrieron a la venta de libros usados para aumentar la oferta.

Los libros de uso en ocasiones son donados, pero en la mayoría de los casos se venden a través de contratos. El propietario que desea deshacerse de un ejemplar determinado, pide una suma “x” y luego, el local encargado de su venta, agrega una cantidad por encima para su ganancia. Esto hace que los precios sean, generalmente, absurdos, pues no existe una proporción adecuada entre su valor y lo que piden por él.

Las personas se aprovechan de títulos demandados y autores de renombre para enriquecerse, aún cuando no tiene sentido pagar esa barbaridad. Es así como se pueden encontrar las obras de Gabriel García Márquez, Dan Brown, Fiódor Dostoievski, Leonardo Padura, Daniel Chavarría y Pedro Juan Gutiérrez, solo por citar algunos, en cifras que rebasan muchas veces los 1 000 e incluso 2 000 pesos cubanos.

El difícil acceso a los libros y sus precios exorbitantes

Uno de los casos más graves se trata de las novelas de Isabel Allende que andan en un rango entre los 1 000 y los 5 000 pesos. Cuba se caracteriza por la promoción cultural para instruir a la población en todas las manifestaciones del arte, donde la literatura ocupa un papel fundamental.

Pero en estos momentos es casi imposible tener acceso a los textos de nuestra preferencia. Muchas personas recurren a la lectura digital, pero creo que no es justo sustituir el olor a tinta o a viejo y la sensación de tener un libro en las manos.

En un país donde existen tantos problemas económicos, en una sociedad que es víctima de la pérdida de valores, es necesario poder distraerse y aprender. Hay un criterio errado de que la juventud no lee, pero esto no es cierto, muchos sí lo hacen, pero es difícil poder confeccionar un librero con temáticas variadas y los escritores favoritos de uno, cuando el dinero no alcanza ni para comprar un nuevo par de zapatos para la escuela.

Las bibliotecas escolares o públicas generalmente carecen de diversidad de géneros y autores, por lo que es tedioso visitarlas. También es importante destacar el estado crítico en que se encuentran los ejemplares por falta de cuidados y las condiciones de los locales, esto dificulta la faena de sus encargados, aunque estén dispuestos a ayudar.

El personal en ocasiones no está preparado o no tiene deseos de trabajar y uno es el encargado de la búsqueda con muy poca orientación. Luego de horas sudando y con dolor en el cuello de tanto revisar, regresas a casa decepcionado porque en la librería estatal no lo encontraste, en la biblioteca tampoco y el particular lo tiene a 700 pesos, y tú solo tienes 100 para el transporte.

Todos los grupos etarios se ven afectados por este problema y es necesario tomar alternativas para resolverlo. La literatura eleva al ser humano, lo ayuda a sentir, viajar y descubrir. Que esa magia nunca se pierda… (Por: Daniela Lantigua Carballo)


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