Una vaca en la bahía. (Ilustración: Carlos J. Hoyos)
El 10 de mayo de 1983 se produjo la más insólita y famosa captura en aguas de nuestra bahía. Cuando la tripulación del Ferro 87 retornaba de sus labores habituales, observó un movimiento extraño en el mar. Entonces, al acercarse, vieron ¡una vaca!
El patrón Ramón González, auxiliado por los marineros Rolando López y Leandro Ramírez, logró capturarla, enlazándola por el pescuezo.
La vaca nadadora, que rompió récord de permanencia en el mar para su especie, había escapado del matadero junto a otras, por el río San Juan. Las restantes fueron atrapadas, pero la res aventurera fue arrastrada por las corrientes y nadó más de tres kilómetros, hasta ser “pescada” en plena rada.