Andy Manuel Ávila González rompe estereotipos en el deporte cubano.
Desde pequeños nos enseñan estereotipos por los cuales debe regirse nuestro comportamiento dentro de la sociedad. Nos dicen que los niños juegan con carros y pelotas, mientras que las hembras lo hacen con muñecas.
Como el ejemplo anterior hay miles, pero hoy nos acercaremos a un joven que no estuvo de acuerdo con tales normas y estructuras, y se atrevió a desafiar todo lo que nos inculcan las personas mayores.
El atleta matancero Andy Manuel Ávila González comenzó su andar deportivo como clavadista, con resultados satisfactorios para la causa yumurina en torneos nacionales. Un giro del destino hizo que se probara en el nado sincronizado, algo que hasta ese momento no lo había desempeñado ningún atleta masculino.
Sobre esta historia hablaremos a continuación.
—¿Por qué decidiste practicar nado sincronizado?
—Al principio solo era temporal, es decir, hasta concluir los Juegos Panamericanos; yo retornaría a los clavados. Durante el transcurso de los meses, empezó a gustarme muchísimo más el deporte, por lo que tomé la decisión de quedarme y enfrentar el reto de ser el primer representante varón en ejercer este complejo deporte en el país.
—¿Sientes algún complejo por practicarlo?
—En los inicios me daba un poco de vergüenza, porque era el único que practicaba esa disciplina en Cuba, pero con el tiempo fue desapareciendo. En la actualidad, siento una inmensa confianza y seguridad en mi persona, no existe ningún complejo que me separe de las competencias.
—¿Qué es lo que más te apasiona en torno a la modalidad?
—Bueno hay muchas cosas que me apasionan, pero lo que más me gusta es representar una música con una rutina en el agua; también disfruto esos nervios antes de subirme en la tarima y defender todo por lo que he entrenado.
El talentoso nadador no esconde el orgullo que siente al representar a su país en cada evento internacional. Confiesa que la primera vez que asistió a un evento de esta magnitud los nervios casi se apoderan de él, era el primer hombre que con la responsabilidad de exhibir una destacada actuación por la delegación antillana.
—Fuiste el valiente en abrir la puerta del nado sincronizado a otros jóvenes. ¿Con cuántos muchachos cuenta la delegación cubana en la actualidad?
—Bueno sí, fui el primero que se atrevió a dar el salto hacia lo desconocido. Hasta el día de hoy, hay tres varones más que entrenan esta disciplina, con mucha entrega y empeño para mejorar cada día en una modalidad que no es para nada fácil.
—¿Cuáles son los nuevos retos para los que te preparas?
—Ahora mismo nos estamos preparando para el Prix Panamericano Junior, el próximo año. Pienso que en este panamericano juvenil podemos mejorar muchísimo más la calificación, a pesar de que es un nuevo reglamento debido a la experiencia que he ganado en comparación con otros eventos donde participé.
Con entrega y sacrificio, Andy Manuel se prepara día tras día en aras de alcanzar ese resultado que cause un mar lleno de emociones en la nación de las cuatro letras. (Por: Oscar David Piñera Guillot, estudiante de Periodismo)
Lea también
Fútbol: Una mirada a Wembley
Norys Castañeda Valera – El 1.o de junio a las tres de la tarde se paralizará el planeta fútbol para ver brillar al nuevo dueño de la Orejona. Dos rivales, dos aficiones… LEER MÁS »