Un simpático suceso aconteció años atrás, cuando dos exploradoras llegaron a las ruinas del otrora coloso azucarero Las Cañas, en Alacranes, Unión de Reyes, en busca de supuestas balas de artillería colonial. Recibieron la sorpresa al comprobar que estos no existían. Lo que encontraron allí fue unos extraños frutos globosos en el tronco de un exótico árbol.
En realidad se trataba del Couroupita guianensis, originario de Centro y Suramérica, cuyos frutos son muy parecidos al típico proyectil hispano, de ahí su nombre popular de Bala de Cañón.
Al parecer, dicho árbol fue introducido por Felipe Poey en el ingenio, propiedad de su primo Juan Poey desde su fundación en 1833. Se sabe que años después existió en el lugar una fabulosa arboleda de plantas exóticas, la cual fue visitada por Ramón de la Sagra y Álvaro Reynoso.
(Por: Adrián Álvarez y Janny Rubio Pérez)
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