El histórico Palmar de Junco, ubicado en el municipio cabecera de la provincia Matanzas, acoge a los Cocodrilitos representantes del territorio en la categoría sub-12 de béisbol que participarán en la fase final del torneo nacional, con sede en la provincia Granma, pactado para celebrarse desde el 5 hasta el 12 de mayo del año en curso.
Es una tarde calurosa en la Atenas de Cuba, los zapatos barren el polvo con mucha facilidad en el estadio anteriormente mencionado. Comienzo a dialogar con el director del elenco, Ariosky Menéndez Gómez, un hombre consagrado en la labor que realiza con sus pupilos, quien me comenta los planes que van a desarrollar con vista a futuros desafíos.
—¿Cómo irá encaminada la preparación del equipo hacia la fase final del campeonato?
—Nos quedan pocas sesiones de entrenamiento, las cuales estarán enfocadas a corregir algunos defectos que tuvimos en la etapa clasificatoria concluida recientemente en la provincia Artemisa. El área de pitcheo es un pilar fundamental que tenemos para mejorar de cara al objetivo pronosticado, que es alcanzar una medalla.
Los pequeños lanzadores concedieron 36 boletos a los bateadores rivales en los seis desafíos que intervinieron, cada uno pactado a seis entradas, como está previsto en esta categoría infantil, promedio de una base por bolas propinada cada un inning de juego.
—¿Cómo respondió el equipo en el partido crucial contra los Huracanes de Mayabeque para poder clasificar?
—El conjunto mayabequense es un elenco con el que habíamos jugado anteriormente. Nuestro equipo ya lo conocía y se sentía con buen ánimo para lograr el resultado que necesitábamos. Al otro día tuvimos un buen partido y se nos dio la victoria.
—¿Qué tan difícil es dirigir a un grupo de niños durante estos campeonatos, donde en varias ocasiones se presentan situaciones tensas y llenas de emociones?
—Esta es una edad complicada. A veces se dan circunstancias donde los pequeños tienden a desconcentrarse, pues no tienen la misma capacidad psicológica de los jugadores que se desempeñan en nuestra serie nacional. Llevo varios años de experiencia en estas categorías, por lo que sé cómo ayudarlos a reaccionar mejor en las distintas situaciones de juego.
Se debe resaltar que, a pesar del momentáneo descontrol que sufrieron los pícheres yumurinos, estuvieron muy acertados en la labor de relevo, donde lograron sacar los outs en instantes claves de cada encuentro. Sobre este tema nos profundizará más el entrenador Dauner Gacira Valdez.
—¿Cómo se comportó el cuerpo de lanzadores en la fase clasificatoria occidental?
—El pitcheo de relevo fue fundamental, de los cinco juegos convocados ganamos tres, y todos fueron a la cuenta de ellos. Trabajamos entre 60 y 75 envíos, para no exigirles el máximo de lanzamientos permitidos, y así mantener una buena salud en los brazos de los muchachos, que es lo fundamental. Ahora estamos dedicándole tiempo a realizar más bullpen, integrar ejercicios con bateadores en un ambiente similar al desafío, que nos ayudaría a mejorar la técnica y el control para obtener un buen resultado.
Entre los más sobresalientes de la zona, se encuentran Alejandro Acevedo Rodríguez y Frank Carlos Failde, quienes aseguran entregarse a fondo en cada una de las prácticas previas a la competencia y llegar en óptimas condiciones. Su mayor deseo es ayudar al elenco a retener el título nacional en la Ciudad de los Puentes.
El bateo es otro de los acápites a destacar en el conjunto matancero, la ofensiva promedió un average de 328 en esta primera parte del evento, conectaron tres batazos de vuelta completa y quedaron entre los primeros en extrabases. Esto demuestra la importancia que tendrá este aspecto en la final disputada en el Oriente del país, donde el poder de los peloteritos será determinante. Su entrenador Yasmany Crespo Mesa, quien dedicó varios meses a la preparación de sus discípulos, se muestra bastante optimista y concentrado en el reto que se avecina.
Los Cocodrilitos buscarán reafirmarse como los actuales monarcas de su categoría. Saben que sus aspiraciones no son nada fáciles, pero no pierden las esperanzas de regresar una vez más con la corona que tanto anhelan. Siguen esforzándose en el lugar donde se jugó, de manera oficial, por primera vez este deporte en Cuba. El clima, la fatiga y el agotamiento son factores que los niñitos superan con valentía, porque cuando ellos sueñan ningún reto es inalcanzable.
(Oscar David Piñera Guillot, estudiante de Periodismo )
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